El despliegue del Levante no da para alcanzar la justicia poética
Levante 0 - Getafe 0. Un muy buen segundo tiempo no es suficiente para que los de Paco López consigan tres más que merecidos puntos.
Con la interesante novedad del debut en Primera División del hasta ahora guardameta suplente Aitor Fernández, y la forzada habida cuenta de las bajas defensivas del central luso cedido por el Valencia Rubén Vezo, afrontaba el Levante UD un choque en el cual una de sus principales pretensiones pasaba, precisamente, por sacar rédito del también gran número de ausencias en la retaguardia de los azulones.
La dificultad de luchar contra ciertos elementos
El recurrente y ya más que consabido juego duro con el que se acostumbran a emplear los de Bordalás no tardaría en salir a relucir. hasta tres tarjetas amarillas vieron sus hombres en un primer tiempo de escaso juego. Si Roger optaba por bajar a recibir era rápidamente cazado por los integrantes de la inusual pareja de centrales que el Getafe ponía hoy en liza formada por Foulquier e Ignasi Miquel aún a costa de cargarse de esas amonestaciones. Cada uno es libre de elegir su estilo de juego.
Rochina - quien también vio una amarilla - se erigía en el hombre clave de los granotas aunque sólo fuera por la cantidad de lanzamientos de falta que botaba, con su habitual destreza, en dirección al corazón del área; Vezo a punto estuvo de aprovechar uno de ellos en una mala salida del arquero visitante Soria, condicionado por el otro factor determinante del mediodía: el incesante viento de que imperó en Orriols. Fenómeno que propiciaba, en gran medida, muchas de las imprecisiones bajo las que se desarrolló un primer tiempo de poca calidad en líneas generales.
La mejor versión levantinista… salvo en la finalización
Poco importaba que tras el intermedio el viento soplara en sentido contrario al terreno granota. El conjunto de Paco López inclinó, desde el primer instante, el terreno de juego convirtiendo su fútbol por momentos en otro vendaval paralelo al meteorológico. Jason cobraría protagonismo para trazar una diagonal con zurdazo incluido que Soria conjuraría en un alarde de reflejos.
Pero si una acción resultaría determinante sería la iniciada por un gran envío a bote pronto del gallego, el cual habilitaría a un Morales derribado por Foulquier dentro del área sin que el colegiado decretase una pena máxima que parecía evidente; dejar seguir la jugada resultaba un error pese a que Roger estuvo a punto de marcar sólo evitándolo otra providencial intervención de Soria, esta vez en dos tiempos.
Bardhi de cabeza desviado, y una vez más Roger al toparse con el meta azulón dejaban el bagaje granota de los primeros veinte minutos de la reanudación en una cuestión tan encomiable como escasamente prolífica para el tanteador. Con algún cambio tan conservador como el de Antunes por el ex levantinista Ángel, el Getafe terminaría por equilibrar el último cuarto del encuentro. Un gol bien anulado a Arambarri y un remate de cabeza de Hugo Duro por encima del travesaño fueron sus mejores oportunidades una vez ya cesó el aplastante dominio del Levante. Situación que los granotas pretendieron recuperar en un tramo final desarrollado plenamente en terreno madrileño. La sucesión de saques de esquina para acabar - el último ni se llego a lanzar -, otra alegoría del gran segundo tiempo levantinista. Lástima de lo poco productivo del mismo.