El recital del Levante deja hundida a su antigua bestia negra
Celta 1 - Levante UD 4. El magnífico doblete de Morales corona una exhibición en la que Coke y Mayoral también marcaron. Los celtiñas, desquiciados frente al proverbial despliegue granota.
El selfie de la victoria, en el vestuario
La versión apisonadora de los de Paco López no dejó títere con cabeza en Vigo en el marco de una actuación coral que recuerda al tramo final del pasado curso.
Rubén Rochina a los mandos de la sinfonía
La brújula del mediocampista de Puerto de Sagunto es la que marca el camino propicio hacia la permanencia levantinista. Su exhibición de temple, visión de juego y pases milimétricos empezó a decantar juego y marcador desde bien pronto. Morales definía a los 20 minutos a la perfección ante Rubén Blanco en un envío medido procedente de su guante izquierdo, y exactamente 0tros 20 minutos más tarde sería el siempre oportuno Coke Andújar quien materializaría mediante remate con la testa un saque de esquina que también había sido votado por el propio Rochina a las mil maravillas (0-2 min. 40).
Entretanto, ya Mayoral y, sobre todo, Moses Simon topándose in extremis con el arquero gallego, estuvieron muy cerca de sacar provecho de sendas acciones en las que el zurdo formado en La Masía les habilitó de forma brillante. Por lo tanto, bien está el no escatimar adjetivo alguno ante la magnificencia de su actuación personal.
El desquiciamiento celeste, otro mérito del Levante
Las expulsiones de Boudebouz - terrorírifica la entrada que realizó sobre Borja Mayoral al poco de comenzar el segundo tiempo - y del ayudante del técnico Miguel Cardoso resultaban paradigmáticas - también los gestos de desesperación de Iago Aspas desde el banquillo - de la esquizofrenia colectiva que Balaídos vive desde hace algún tiempo. Por supuesto, el gran funcionamiento de un engranaje levantinista comandado de forma extraordinaria por Rochina y Morales contribuía decisivamente a acrecentar dicha impresión.
Morales define como los grandes
Como lo que es, sin duda. Pero no sólo destacó este mediodía El Comandante en lo que se refiere al toque final. Al cuarto de hora de la reanudación, su tanto servía para que el 0-3 ya sofocara cualquier atisbo de rebelión celeste, así como ponía de manifiesto su capacidad para repetir paso por paso su destacable maniobra del primer gol: desmarque entre los centrales y toque sutil para salvar la salida a la desesperada del meta local; esta vez el servicio salió de las botas de un Borja Mayoral que completó unos grandes segundo 45 minutos, haciendo ya, entre otras cosas, el 1-4 en las postrimerías poco después de que Brais hubiera acortado distancias para los locales de forma anecdótica desde los once metros.
Reponerse a las dificultades da una permanencia
Es desde cualquier punto de vista prácticamente que el RC Celta consiga sobrellevar, visto lo visto, ausencias como las de Iago Aspas o Maxi Gómez con las que hoy contaba. Sin embargo, la mandíbula de hierro que el Levante UD está adoptando tras dificultades del calibre del " caso Toño" nos sitúa ante la mejor definición posible a la hora de valorar a un conjunto que busca el éxito: la de un grupo con mentalidad pétrea e inasequible frente a las adversidades.
Ficha técnica:
1 - RC Celta: Rubén; Hugo Mallo, Araújo, Hoedt, Juncá; Okay, Jozabed (Lobotka, min.46), Beltrán (Jensen, min.71); Boufal, Boudebouz, Brais
4 - Levante UD: Aitor Fernández; Vezo, Rober Pier, Coke (Chema, min.78); Simon, Rochina (Doukouré, min.59), Campaña, Bardhi, Luna; Morales (Dwamena, min.84), Borja Mayoral
Goles: 0-1. Min.20: Morales; 0-2. Min.40: Coke; 0-3. Mi.62: Morales; 1-3. Min.88: Brais Méndez; 1-4. Min.89: Mayoral.
Árbitro: Jaime Latre (comité aragonés). Amonestó con tarjeta amarilla a Boufal por parte del RC Celta. Expulsó a Boudebouz en el minuto 49 con tarjeta roja directa por falta a Mayoral. También expulsó a Jorge Maciel, segundo entrenador del RC Celta por sus protestas. Amonestó con tarjeta amarilla a Doukouré por parte del Levante UD.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo cuarta jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 15.479 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del ex jugador del RC Celta Luis Felipe Navas