Autonómicas anticipadas: El "matrimonio electoral" Oltra-Puig queda en suspenso

La negativa de la vicepresidenta Mónica Oltra y del resto de consellers de Compromís a apoyar el adelanto electoral para hacer coincidir las elecciones autonómicas con las generales del 28 de abril ha puesto de manifiesto, más allá de la división el Gobierno valenciano, el nerviosismo en las filas del partido nacionalista y, por extensión, el acierto inicial en la estrategia de riesgo del presidente Puig -supuestamente muy meditada- al descolocar a su socio de gobierno.

Oltra, que lleva desde el viernes avisando en público de que no le gusta "por partidista" la decisión, trasladó anoche su malestar en rueda de prensa en la que proclamó que no le habían convencido los argumentos que en privado le ofreció Puig para que los comicios a Les Corts Valencianes se celebren un mes ante de lo previsto. "Las razones por las que el presidente ha tomado esta decisión yo no las sé. Habría que preguntarle a quien ha optado por adelantarlas frente a la mitad del Consell", soltó molesta la consellera de Igualdad.

En la estrategia de Puig ha primado su beneficio y el de su partido. Los argumento dados a conocer oficialmente se antojaron propios de manual/argumentario. El estrepitoso fracaso de Susana Díaz ha pesado la decisión del barón socialista valenciano que ha apostado su futuro al supuesto tirón electoral de Pedro Sánchez ya la anunciada movilización de la izquierda en unos comicios nacionales en los que la participación suele ser mayor al de las locales y regionales. Todo ello sin olvidar que con el adelanto de las autonómicas evita las repercusiones ante un pacto de Sánchez con los independentistas catalanes en el supuesto de que el centro derecha no logre mayoría el 28-A.

No obstante, la caída libre en que se encuentra Podemos puede hacer saltar por los aires las previsiones de Puig de revalidar el gobierno de izquierdas. La renuncia del anterior líder de Podem a ir incluso en listas ahonda la crisis en un partido con la marca claramente a la baja y que presenta en la Comunitat a un candidato con historial en el Gobierno chavista. Los socialistas confían en que la coincidencia de generales y regionales aminore en parte la sangría de voto en la formación morada.

El matrimonio PSPV-Compromís ha quedado roto "temporalmente". Oltra y sus cuatro compañeros de partido abandonaron la reunión del pleno del Consell cariacontecidos. La consellera de Igualdad niega sentirse traicionada por Puig y mantiene que ahora hay que dejar "que hablen las urnas" para recomponer el pacto del Botánico. La vicepresidente también ha argumentado su rechazo al acuerdo avalado por los consellers socialistas por "reservas legales". Alude a la Ley Orgánica Electoral General que fija que las autonomías que celebraron elecciones el último domingo de mayo deben hacerlas coincidir con las europeas cuando estas confluyen en un periodo de menos de cuatro meses.

Lejos de disimular el golpe, Compromís ha publicitado su "contrariedad" tras la decisión de Puig que permite a los socialistas llevar la iniciativa política y electoral. Los populares ha optado por felicitar la dividida decisión. Consciente de que en política el estado de ánimo es contagioso, la candidata Isabel Bonig asegura estar encantada de que los comicios se adelanten un mes e incluso ha recurrido a la ironía en un vídeo.

La líder popular está persuadida de que se va a repetir el resultado de las andaluzas que llevaron a la oposición a la socialista Susana Díaz. El aspirante de Ciudadanos Toni Cantó ha arrancado la precampaña ataques al "catalanismo" de Puig y con el compromiso de no pactar con los socialistas. El anuncio del actor dependerá, no obstante, de si la suma de Ciudadanos y PSPV le permitiría la mayoría en el parlamento valenciano.