Matt Thomas lleva la apoteosis a la Fonteta en la semana grande taronja
Valencia Basket 93 - Joventut 80. El 7 de 9 en triples del escolta norteamericano resulta decisivo para prolongar el dulce momento taronja frente a un rival directo.
Cuando un conjunto se encuentra al 100% de confianza en sus posibilidades el cansancio no existe. Esa es un de las conclusiones de un choque que, a tenor del agotamiento físico y mental que una semana como la vivida provoca, presentaba las mayores complicaciones desde el prisma de Valencia Basket.
El rival, basándose en el mando de un Nico Laprovittola cada vez más consolidado como máxima estrella de la Liga Endesa, tampoco era precisamente una perita en dulce. Y es que los de Badalona eran conscientes de hallarse en una inmejorable posición para apuntalar la cuarta plaza de la fase regular, aproximándose de esa manera a reverdecer viejos laureles.
Las piernas pesadas - en esta ocasión de forma lógica - de los defensores taronja no ayudaban a parar de inicio la incesante producción del genial base argentino. Su repertorio ofensivo se repartía a partes iguales entre anotación para su cuenta particular - 12 tantos al descanso -, y ventajas derivadas de su despliegue de juego, en buena medida sacando rédito de las situaciones de "close out" que generaba en la defensa rival, aprovechadas por sus compañeros. Fernando San Emeterio era el hombre encargado de mantener a los locales vivos en el choque (24-35 min), aunque ya con serios problemas para seguir el ritmo del cuadro dirigido por el ex taronja Carles Durán.
No obstante, el parcial de 41-47 ya nos iba mostrando brotes verdes locales en forma de aparición de algunas de sus principales armas de ataque. Los tres triples en otros tantos intentos de Matt Thomas hacían presagiar que el Valencia Basket podría volver a ser capaz de hacer gala del espíritu indomable de la reciente eliminatoria europea... al margen de continuar reafirmando la condición de bombardero de primer nivel del escolta formado en Iowa State.
Pero aún no había llegado el éxtasis definitivo a la Fonteta. Aquel que vendría determinado por otros cuatro lanzamientos convertidos de forma consecutiva - se colocó con 7/7 - del propio Matt Thomas. Sí, el que por fin reflejaba una comunión perfecta entre el conjunto de Ponsarnau - a destacar su figura - y su público. Un parcial de 32-12 en el tercer periodo, amén del añadido que precedía a la contienda, sólo cabe ser calificado como grandioso.
Guillem Vives propiciaba mediante su gran defensa que se encasquillara el juego de un Laprovittola que únicamente encontraba en el canadiense Conor Morgan cómplice para evitar una sangría aún más sonrojante; si bien la presencia, en contraposición, de un compatriota suyo como Aaron Doornekamp posibilitaba que Valencia Basket no dejara de sumar. Ni uno sólo de sus intentos falló el alero alto taronja en otra actuación para el recuerdo.
Con 73-59 en el electrónico y la Penya muy tocada por el vendaval anotador de su oponente, daba comienzo un último cuarto en el que, por si fuera poco, un canterano de su inagotable factoría tomaba el relevo encestador taronja. Alberto Abalde lograba la mayor parte de sus 11 puntos en un periodo en el que las distancias favorables a los locales ya no bajarían de los dos dígitos. Los postreros intentos de McFadden y Todorovic no se revelarían ya como suficientes para luchar por la victoria, ni siquiera por el average, en la pista del mejor equipo europeo de la última semana.
93 - Valencia Basket (15+26+32+20): Vives (10), Rafa Martínez (-), San Emeterio (11), Will Thomas (2), Dubljevic (6) -cinco titular- Abalde (11), Labeyrie (-), Diot (3), Van Rossom (4), Tobey (6), Matt Thomas (27) y Doornekamp (13).
80 - Divina Seguros Joventut (19+28+12+21): Laprovittola (18), Ventura (3), Boungou-Colo (6), Harangody (4), Todorovic (16) -cinco titular- Dimitrijevic (3), Morgan (14), López-Aróstegui (4), Delía (-), Nogués (-), McFadden (12).