El candidato Toni Cantó da su primer "bocado electoral"
El candidato de Cs a presidir la Generalitat Valenciana lanza un vídeo en el que propone "dar un bocado" a las estructuras inútiles, los chiringuitos y los enchufados del gobierno valenciano
"La Comunidad Valenciana necesita una Administración y una gestión eficiente. Por eso le 'damos un bocado' a las estructuras inútiles, los chiringuitos y los enchufados del Gobierno valenciano", dice el vídeo que la formación Ciudadanos en la Comunidad Valenciana ha lanzado recientemente en las redes sociales, bajo el hastahg #LeDoyUnBocado.
El candidato de Cs a presidir la Generalitat Valenciana, Toni Cantó, aparece como hilo conductor y como protagonista de este vídeo de precampaña, al que se le unen, sucesivamente, los principales candidatos de las listas del partido en la Comunidad Valenciana.
Cantó ya avanzó hace unos días que la administración pública valenciana "no había dejado dejar de engordar" con "grasa carísima que no sirve de nada o con enchufados", en la presentación de sus propuestas de partido y de sus candidatos para las próximas elecciones autonómicas; personas a las que calificó como "gente profesional que se acerca a la política" y "no vividores".
Dar pues "el primer bocado electoral" es su objetivo, en este spot que dura menos de un minuto (53 segundos). Y esos bocados, están claros: falta de inversión en el deporte, a lo barracones, al paro juvenil, a las listas de espera, al pacto del Botànic, a la imposición lingüística, a la falta de recursos en dependencia, al impuesto de Sucesiones, al olvido de la Generalitat con la provincia de Alicante, al independentismo o a los impuestos, entre otros.
Y es que el objetivo de Cantó, si llega a ser presidente de la Generalitat Valenciana, es ahorrar 80 millones a las arcas públicas, reduciendo el número de altos cargos (gasto valorado en tres millones, según Ciudadanos); "suprimir el millón de euros del presupuesto autonómico que Ximo Puig puede gastar sin ningún control"; acabar con la externalización del proceso de recaudación de impuestos, que al pasar a ser asumidos por los funcionarios, ahorraría otros 25 millones; y ahorrar otros 49 millones con la eliminación de la conselleria de Transparencia.