El embrollo del debate televisivo de Pedro Sánchez: soluciones prácticas
En aplicación de nuestra vocación de servicio público (aunque seamos una empresa privada), ofrecemos a los equipos de campaña de los candidatos a la presidencia del Gobierno cinco soluciones para desbloquear el anunciado debate televisivo.
Las críticas le llueven a la Junta Electoral Central por prohibir el debate a cinco en Atresmedia. Todos recuerdan la incoherencia de tal medida con los precedentes de 2015, cuando los que emergían eran otros partidos.
La empresa que tiene en el programa 'La Voz' uno de sus éxitos de la temporada, mantiene la fecha del 23 para el debate con los cuatro 'Supervivientes' (ése es de Mediaset) que no son Vox. Y entonces va el PSOE y dice que si es a cuatro lo hará en RTVE, que es más de 'Operación Triunfo', con la que previamente ya había quedado mal al aceptar sólo la propuesta a cinco de A3M.
RTVE, cuando Pedro Sánchez dio calabazas a Rosa María Mateo, fijó su debate para el día 22, y lo mantiene en esa fecha. Pero A3M también mantiene el suyo para el día siguiente. Y el PSOE dice que su candidato sólo hará uno. Y A3M dice que los otros candidatos han reconfirmado que irán al suyo, aunque no vaya Sánchez.
A mí se me ocurren varias soluciones prácticas a este 'enredo':
Una, que los socialistas manden a un sobrero a A3M.
Dos, que, como quiere Sánchez, el de RTVE se haga el día que había elegido A3M y así los demás también tendrán que quedar mal con alguien.
Tres, que todos vayan a la pública el 22, y el 23 en A3M sustituyan a Sánchez por Abascal.
Cuatro, que se suspenda el de A3M y Planeta queme libros durante la jornada de reflexión.
Cinco, que los demás partidos no manden a nadie a RTVE y también se suspenda ese debate.
Seis, pasarnos todos a la radio, que, total, también retransmite vídeo en streaming.