¿Necesita Compromís a El Corte Inglés?
Hay quien cree que todo este jaleo no es más que la necesidad de Compromís de buscar un revulsivo a las puertas del 26M.
Hay un buen número de personas que no entiende la polémica organizada por dos departamentos de la Generalitat dirigidos por Compromís al denunciar un anuncio de El Corte Inglés para el Día de la Madre. Resumidamente, en el Consell estudian si se ha 'estereotipado' a la mujer con la etiqueta de 'buena madre'.
Y esas personas no lo entienden porque, independientemente de criterios subjetivos todos ellos muy respetables, no acaban de asimilar que la Generalitat confunda el Día de la Madre con el 8M, si es que resulta que el problema está en la frase del anuncio “0% quejas”. Pero también porque la denuncia, sensu contrario, puede dar la impresión de que reivindica a las 'malas madres'.
Para llegar a este estado de cosas intervino primero una asociación de consumidores, Facua. Fue el viernes. La campaña publicitaria había sido presentada a principios de semana y le quedaban dos días de vida. Ya pasado el Día de la Madre, el lunes, actuó la Generalitat. La valenciana, porque del resto de España no nos constan acciones oficiales.
Pero este martes, después de escuchar al director general de Comercio diciendo que aún no hay expediente abierto contra los grandes almacenes (sólo preliminares), que no hay que dar por sentado que vaya a haber sanción, que ésta como mucho será de 15.000 euros, y que nadie ha dicho que el anuncio fuera “vejatorio”, cabe una explicación adicional que me susurran desde el sector empresarial: a ver si todo este jaleo no es más que la necesidad de Compromís de buscar un revulsivo que excite a sus nichos de votantes de cara al 26M.
Según esa teoría -que me limito a transmitirles-, la coalición de Mónica Oltra busca revitalizarse tras perder dos puntos en las autonómicas, dos diputados en Corts, y tres escaños en el Congreso el pasado 28A. Resultados que han motivado las primeras reacciones en redes contra la estrategia de campaña por parte de personas de cierta relevancia de Compromís, aunque sea bajo la fórmula retórica de que no es momento para la autocrítica por la inminencia de la batalla del 26M.
Así que, según dichos teóricos, se habría decidido agitar el avispero recurriendo a uno de los principales nichos de votantes de la coalición naranja (junto con el de los profesores), no sea cosa que el personal se confíe o se vuelva a confundir de papeleta el 26M: el sector del comercio y el consumo.
Lo que a su vez ayudaría (este caso) a entender por qué los empresarios sienten cada vez menos apego por el conseller de Economía (y Comercio y Consumo) Rafael Climent y su equipo. Y explicaría que, según algunas fuentes, se le haya recordado ese sentimiento en tiempo reciente a Ximo Puig, por si se estuviera a tiempo ahora que hay que rehacer el Botànic.