Joan Lerma, víctima de Pedro Sánchez y Ximo Puig
El único ex-presidente socialista de la Generalitat va a ser víctima del adelanto electoral de Ximo Puig y de la política de contemporización de Pedro Sánchez con los separatistas catalanes.
Cinco hechos
- Las cifras no le dan a Pedro Sánchez para ser presidente a la primera sin apoyos nacionalistas.
- Los independentistas catalanes han mostrado en todo momento, incluso en declaraciones públicas, su preferencia por Pedro Sánchez (con la moción de censura a Mariano Rajoy y durante la campaña del 28A).
- Un mes antes de las generales el hombre fuerte del socialismo en Cataluña, Miquel Iceta, declaraba que “si el 65% de la población quiere la independencia, la democracia deberá encontrar un mecanismo para encauzar eso”, y que "primero debe haber un acuerdo en el Parlamento y luego, la votación de la ciudadanía". El Parlament está en manos independentistas, aunque lo del 65% a día de hoy no se cumple.
- Es sabido que Sánchez, por mucho que le hayan insistido durante la campaña, no ha descartado un posible indulto a los políticos catalanes presos si fueran condenados.
- También es conocida la reticencia del presidente a que el Senado vuelva a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
La decisión
Pues con todos esos elementos en juego, Pedro Sánchez ha decidido que quien va a presidir la Cámara Alta, la de representación territorial, en la que el PSOE goza de mayoría absoluta, será … Miquel Iceta.
En los últimos días se había especulado con la idea de que al frente del Senado estuviera una mujer, y en algunos medios se citaba concretamente a Cristina Narbona, actual presidente del PSOE.
Lo que tenía pocos visos de realidad era la nueva vía valenciana para visibilizar a la Comunidad, promovida por el PSPV y encarnada en el ex-presidente y senador territorial Joan Lerma.
Lerma ha sido vicepresidente segundo durante la última legislatura, en la que quien dirigía la cámara era el PP. Es decir, era el socialista de mayor rango. Además llevaba dos mandatos en la mesa del Senado, lo que le daba a priori otro plus para ascender a la más alta magistratura en la institución cuando los socialistas volvieran a hacerse con sus riendas.
Pero el adelanto electoral de su amigo y compañero Ximo Puig, así como la poca simpatía que Pedro Sánchez sigue teniendo por el inquilino de la Generalitat, han jugado en contra de Lerma.
Dos factores clave
El adelanto le perjudica porque Lerma es senador por designación de Les Corts, y, con toda la negociación que viene en una cámara autonómica más compleja que en los años anteriores, va a ser muy difícil que vuelva a ser designado a tiempo para la constitución del Senado el próximo día 21.
Los partidos del Botànic primero y el parlamento valenciano después deberían resolver todos los trámites, que no son pocos, entre el día 16 (fecha de la constitución de las nuevas Corts) y el día 20. El problema afectaría a los cinco senadores valencianos que representarán a Les Corts (dos de ellos socialistas), que tampoco llegarían a tiempo de estar en comisiones senatoriales. No así los 9 electos del PSOE y los 3 del PP fruto del escrutinio directo del 28A.
Por otro lado, la cuestión de las simpatías haría difícil que, aun habiendo tomado posesión del escaño, Lerma -con quien Puig ya trabajó durante la estancia del senador en el Palau- pudiera volver a tener acomodo en el órgano rector de la cámara. Los planes de Sánchez, hombre de memorias, no parece que vayan por ahí.
Iceta tampoco es aún senador. Pero en la comunidad vecina no hay problema de plazos porque no hay legislatura nueva. Le designará el Parlament de Catalunya una vez dimita el ex-presidente catalán José Montilla, cosa que desde el PSOE dan por inminente.