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El abrazo del oso de Compromís a PSOE y Unidas Podemos en Valencia

El partido de Joan Ribó quiere convencer a una parte del electorado que votó al PSOE el 28 de abril insistiendo en que ahora el voto "útil" y "ganador" es el de Compromís

Concejales de Compromís en Valencia escuchando -e incluso aplaudiendo en algún momento- a Joan Ribó en el debate organizado el viernes por la cadena SER

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Los datos de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que pronostican una victoria de Compromís en la ciudad de Valencia, no han sorprendido a la coalición que lidera, en el ámbito local, el alcalde, Joan Ribó. Más bien corroboran lo que reflejaban sus propios estudios previos. Casi en todo. Porque existe un aspecto en el que no acaba de cuadrar: el aumento de Unidas-Podemos. Si a Compromís le da un resultado en una horquilla entre sus actuales nueve ediles y 11, a la formación que encabeza María Oliver a la alcaldía la otorga incluso uno más de sus tres actuales.

Que suban Compromís, Unidas Podemos y PSOE (que pasaría de cinco a seis o siete a la vez) es lo que no acaba de convencer a los estrategas del partido que ha concurrido a la presidencia de la Generalitat con Mónica Oltra como abanderada. Más bien, en una pugna tan competida como anteriores encuestas de medios y del propio CIS señalaban, el ascenso de Compromís previsiblemente habría de ser a costa de Podemos, partido con el que comparte una buena parte de su nicho de votantes. Aunque incluyan ahora la variable de lo que pueda sumar con la coalición suscrita con EU.

Por ese motivo, la formación compromisaria aspira a arañar votos a sus socios de gobierno para mejorar resultados y asegurarse dos cuestiones: ser el partido más votado y mantener a PSOE y Podemos a una distancia considerable, aunque como socios necesarios y ponderados para formar gobierno. Por tanto, marcar distancias pero siempre dando por sentado que la suma de los tres alcanzará o superará los 17 concejales que delimitan la mayoría absoluta en la ciudad de València.

Para ello Compromís empleará diferentes vías. Por una parte, busca al votante progresista que apostó por el PSOE en las Generales como voto útil para frenar al bloque de derechas, pero sin ser habitual respaldo socialista. Lo hará con el argumento de que, en las locales, el sufragio más práctico y ganador es a Compromís, el partido que más ediles suma del denominado bloque de izquierdas, quien tiene la alcaldía y quien asegura mantener las políticas actuales.

Por tanto, en cierto modo se apropiará de la estrategia de Pedro Sánchez a nivel nacional, en su antagonismo con las derechas, y la hará suya. Eso mismo pretende la candidata socialista, Sandra Gómez, que en el primer debate con sus rivales ha utilizado, casi al pie de la letra, el programa y los mensajes nacionales que permitieron ganar a su formación el 28 de abril. Sin dejar nada al ámbito local. En esas elecciones nacionales Compromís no era rival directo (ese papel competía a Ciudadanos, PP y Unidas Podemos), pero ahora sí que lo es. Posiblemente el más directo y quien más votos pueda repelarle. El Partido Popular, en cambio, parece desfondado para conseguirlo.

Además de voto útil, Compromís va a intentar potenciar la figura del alcalde. Más que de gestión, lo que pretende trasladar es el perfil de integración, diálogo o consenso que atribuyen a Ribó, capaz de dirigir un gobierno de "diversidad". Por tanto, destacar como un valor de suma esa marca personal del primer edil (con cuatro años al frente del Ayuntamiento ya la tiene consolidada) y su experiencia.

Por otro lado, insistirá mucho en los temas de los que hace bandera Unidas Podemos: vivienda, ayudas sociales, juventud y medio ambiente. Coinciden en temática, y aquí sí que puede capitalizar más la gestión Compromís, con la maquinaria que despliega en campaña, ante una María Oliver, la candidata del partido de Pablo Iglesias en Valencia, que demostró, en el debate de este viernes en la Cadena SER, que necesita más rodaje. Aunque reiterara la palabra "valentía" y que el actual gobierno "es de transición".

En definitiva, Compromís aspira a hacer bueno el pronóstico ganador del CIS de Tezanos e incluso superarlo a costa de un PSOE local que busca, como hizo Ximo Puig el 28 de abril, subirse a la grupa ganadora de Pedro Sánchez con un discurso de política nacional y de un Unidas Podemos cuya gestión local ha quedado bastante difuminada en este mandato. El partido de Joan Ribó sabe que la clave para conseguir contrapartidas importantes en la reedición autonómica del Pacte del Botànic pasa por ganar en un bastión clave por Valencia. Entonces sí que podría negociar con un buen as en la manga.