Valencia Basket no puede seguir en Madrid con su racha triunfal
Real Madrid 83 - Valencia Basket 77. Los taronja dejan en siete su marca de victorias consecutivas. La merma en la intensidad al tener ya los objetivos alcanzados en la liga regular, clave.
Un magnífico primer cuarto de Valencia Basket, saldado con un parcial de 14-25 a su favor, hacía concebir esperanzas de asaltar una de las canchas más inasequibles de toda Europa pese a lo poco sustancial que un éxito escasamente relevante en términos clasificatorios hubiese resultado. A medida que el choque iba transcurriendo el Madrid conseguiría imponer su calidad, algo a lo que cabría unir su necesidad de triunfo - por asegurar la primera plaza de la Liga Regular y aliviar su batacazo europeo a partes iguales - a la hora de adecuar el desarrollo posterior del choque a unos parámetros más lógicos.
La relajación de saberse cuartos
Poco cuesta en una ocasión como ésta el hecho de dar con la principal clave del partido. Y es que cuando las jornadas postreras se instalan en cualquier competición, la intensidad de quien tiene cosas en juego acostumbra a ser muy superior. El Madrid las tenía ya que sólo dos triunfos le separaban de contar con factor cancha favorable en todas las eliminatorias de playoff, mientras que Valencia Basket ya hace tiempo que terminó sus deberes en la presente Liga Regular.
Los de Ponsarnau ya han comenzado a velar armas para la serie de cuartos de final que, pase lo que pase en la última jornada del domingo, les enfrentará al Unicaja de Málaga. Si la racha positiva con la que se presentaban en el WiZink Center debía de terminar, mejor que lo haya hecho en el propio feudo capitalino.
Ausencias y contratiempos de diversa índole
La de Mike Tobey, con una subluxación en el hombro, se unía la mucho más preocupante baja de Matt Thomas en los días precedentes. La complicada recuperación que aguarda al escolta de Wisconsin después de conocerse el alcance de su hematoma en el cuádriceps es, a día de hoy, el principal motivo de preocupación en el seno taronja. Los problemas de vértigos de Labeyrie, o la recuperación in extremis de Abalde tras su lesión en el dedo tampoco contribuyeron a que el equipo hiciera gala de su habitual tono competitivo.
Claroscuros en la segunda unidad
Habida cuenta de la poca tensión que el duelo conllevaba, Jaume Ponsarnau optó por utilizar a Will Thomas y Sam Van Rossom como hombres de banquillo. Las recurrentes buenas prestaciones de ambos, también desde la reserva, contrastan con el rendimiento de Rafa Martínez - hoy titular- o Antoine Diot. Pronto sabremos si el momento de resignarse a no volver a disfrutar de las respectivas mejores versiones de ambos ha llegado ya de forma inevitable.
83 - Real Madrid (14+29+24+16): Campazzo (4), Taylor (16), Rudy Fernández (10), Randolph (5) y Tavares (2) -cinco inicial-, Causeur (13), Reyes (3), Llull (7), Ayón (8), Carroll (2), Deck (2) y Thompkins (11)
77 - Valencia Basket (25+13+21+18): Vives (10), Martínez (-), San Emeterio (11), Doornekamp (2) y Dubljevic (13) -quinteto titular-, Thomas (12), Abalde (-), Labeyrie (11), Diot (-), Van Rossom (11) y Sastre (7).
Árbitros: José Antonio Martín Bertrán, Óscar Perea y Alfonso Olivares. Sin eliminados.