Un presidente de Gobierno, 10.000 euros más y el IPC
Aunque aún no están cerradas las negociaciones botánicas, se ha reservado el próximo domingo para la toma de posesión de Ximo Puig. Es la fecha que le venía bien a Pedro Sánchez.
La primera toma de posesión de Puig, la de 2015, también fue en domingo, y también fue testigo Sánchez. Por entonces el mandatario madrileño aún no era presidente del Gobierno. Acudió en calidad de secretario general del PSOE. Al Ejecutivo lo representó el ministro Rafael Catalá.
El gasto de abrir Les Corts el domingo 28 de junio se calculó en unos 10.000 euros más de lo que cuesta celebrar un acto así entre semana. Cuatro años después probablemente habría que actualizar esa cantidad teniendo en cuenta al menos el IPC.
Hace cuatro años pesó especialmente en la decisión el interés de celebrar una jornada de puertas abiertas en el Palau (que siempre luce más un domingo que otro día) haciéndola coincidir con el acto institucional, y el hecho de que Compromís convocara su Consell General para refrendar el pacto con los socialistas el sábado.
Esta vez parece que la razón fundamental para pensar en un domingo es la agenda de Pedro Sánchez. Las críticas no se han hecho esperar, y han venido fundamentalmente desde Unides Podem, cuyo síndic Rubén Martínez Dalmau ha criticado el coste extra de abrir Les Corts en domingo, y desde el PP, cuya presidenta, Isabel Bonig, ha asegurado que se hace así “para que venga el César”, en alusión a Sánchez.
Cuatro días antes de la toma de posesión, el día 12, tendrá lugar otro acto institucional con Puig como protagonista, la sesión de investidura. Y la víspera se tienen que constituir los ayuntamientos.