La salida de Podemos del Ayuntamiento agiliza los trámites del nuevo pabellón
Ya con los sondeos iniciados en la parcela municipal, la pretensión de Juan Roig de que el el recinto vea la luz en el verano de 2022 parece mucho más cercana.
Pese a que ninguna formación política - tampoco la que hoy se denomina Unides Podem - actuó a modo de objeción ante un proceso de licitación votado por unanimidad en el pleno de finales del pasado mes de julio; la reciente candidata a la Alcaldía de Valencia y anterior concejala de Patrimonio, María Oliver, sí mostró de forma reiterada sus reticencias al proyecto en determinados aspectos. De su entonces Concejalía dependía la celeridad con la que algunas premisas económicas fueran asumidas, sobre todo aquellas relacionadas con el aspecto de las donaciones y su posterior impacto en el beneficio crematístico que la actividad pueda generar.
No obstante, finalmente el propio Juan Roig, despejando las dudas en su condición de mecenas del proyecto, verá reafirmada su legitimidad a la hora de posibilitar que el Valencia Arena acelere sus trámites en pos de conseguir que se cumplan los plazos establecidos: es decir, aquellos que podrán hacer factible que Valencia Basket dispute sus encuentros ya allí durante la temporada 2022-23.
Recientemente, el empresario mostró su insatisfacción debido a que, según él, "gobierne quien gobierne" la burocracia marchaba con excesiva lentitud. Sin embargo, ahora ha sido la sociedad mercantil constituida para el proceso, Licampa S.L., la que se ha dejado entrever su optimismo con vistas a que el recinto deportivo, que contará con 192 millones de euros de inversión privada y una concesión de 50 años tras la cual deberá ser devuelto a la ciudad, vea agilizada su puesta a punto con la culminación a dos años vista en el horizonte.
Los primeros sondeos, otro paso más
A lo largo de la presente semana se han venido efectuando esas primeras exploraciones dentro de una parcela de aproximadamente 19.000 metros cuadrados. Los sondeos están destinados, por un lado, a acreditar la viabilidad del subsuelo de un aparcamiento que se pretende pueda dar cabida a más de 1.700 vehículos; así como a su rampa de acceso y, de la misma manera, a lo relativo al traslado del colegio público Les Arts en el marco del mismo solar. Estas dos últimas cuestiones, rechazadas en un principio por la Fundación Deportiva Municipal, se hallan pendientes de las objeciones que entidades como Conselleria de Educación, Acción Civil u Ocoval pudieran presentar para una posible revisión.