Todos contra Vox o Vox contra todos: más presión y mayor visibilidad
El partido ha incrementado su militancia en la provincia de Valencia en los últimos meses y se mantiene como apoyo del PP en pactos locales
Los resultados electorales nacionales y autonómicos generaron una sensación de que las expectativas, en el caso del partido más reciente en conseguir escaños en estas lides, Vox, no se habían cumplido. De sondeos que le otorgaban una posible representación de casi medio centenar de diputados se pasó a los 24 reales en el Congreso. Después vino la traslación al ámbito local, a los comicios del 26 de mayo. De una encuesta que le llegó a vaticinar el triunfo en Moncada con seis ediles al veredicto real de las urnas, que le otorgó los dos que finalmente obtuvo.
En este escenario, las fluctuaciones emocionales y los cambios de tendencia han llevado a considerar en bastantes mentideros a Vox como un partido residual, que se difuminará conforme pase este mandato para, según sostienen determinados expertos en los avatares de la política, desaparecer en próximos comicios. El propio Partido Popular respiró aliviado tras los resultados e insiste en hablar de remontada por, básicamente, recuperar la emblemática alcaldía de Madrid gracias, precisamente a los votos del partido que preside Santiago Abascal.
También, tanto PP como Ciudadanos han iniciado, pese a esos pactos imposibles de ocultar aunque traten de disimularlos, un distanciamiento de Vox, de quien reniegan públicamente. La situación llega hasta el punto de que ambas formaciones han suscrito acuerdos con PSOE, Compromís o Unides Podem, en el ámbito valenciano, de los que queda fuera Vox (constitución de mesa de Les Corts, por ejemplo). El reciente de respaldo al Día del Orgullo LGTBI ha constituido la mejor muestra. En este caso, por decisión propia se ha excluido la formación de Abascal.
Cinco partidos por un lado y uno por otro. Uno del que nadie hubiera hablado si no formara parte de Les Corts. Precisamente por ese hecho está consiguiendo una notoriedad pública que no hubiera cosechado en cualquier otra circunstancia. Esa es la gran consecuencia de su resultado electoral, por encima del número de escaños, el de la visibilidad. Vox está logrando repercusión impensable hace medio año.
Desde la dirección del partido en la Comunidad Valenciana destacan "la barbaridad" de llamadas y apoyo recibidos por esa postura. Estratégicamente han logrado marcar distancias con PP y Ciudadanos, sus previsibles competidores por el voto de un amplio segmento electoral. Es su baza para evitar la caída que les pronostican -y eso que acabamos de iniciar legislatura- determinados augures y para tratar de mejorar intención de voto en encuestas.
Y esa decepción o desmoralización por no haber logrado los resultados que predecían las encuestas, ¿ha provocado una pérdida de militancia? Trasladada esta pregunta al partido, desde la dirección hablan de lo contrario, de un incremento de hasta 400 afiliados en dos meses, entre las elecciones de abril y la actualidad, en la provincia de Valencia, donde sitúan sus cifras en "alrededor de 4.000 militantes". Por tanto, aproximadamente un 10% de su afiliación la han logrado cuando teóricamente la burbuja ya se desinflaba.
A nivel nacional, y en ese tira y afloja diario que supone la negociación por la presidencia de la Comunidad de Madrid, Vox ha llegado a advertir, airado porque el PP reniegue de este partido en el Ayuntamiento de Madrid, del paso de sus ediles en equipos de gobierno de toda España a la oposición. En el ámbito valenciano, de momento, se mantienen en sus cargos. Por ejemplo, en Puçol, el voto clave del edil de Vox permite que este, Alberto de Jesús Rodríguez, dirija la delegación de Asuntos Taurinos, un área nada baladí en una localidad con un elevado número de aficionados a los festejos vinculados a la tauromaquia. Visibilidad.
El irónico dramaturgo irlandés Oscar Wilde respondía, cuando le comentaban que alguien le había criticado, algo así como que "la única cosa peor en el mundo que que hablen de ti es que no hablen". Y con decisiones como ser el único en rechazar el apoyo institucional al Día del Orgullo LGTBI Vox lo consigue. Por tanto, el todos contra el partido que preside José María Llanos en la provincia de Valencia, o el Vox contra todos, de momento le otorga visibilidad y, a tenor de los datos de la propia formación, incremento de militancia. En cualquier caso, como señalábamos antes, la legislatura acaba de empezar. Y la presión, también. Para todos los partidos.