El Consell olvida la 'operación bikini' de 2015 y se pega un atracón de cargos
Las direcciones generales y el personal eventual aumentan un 50% respecto a 2015, a lo que la vicepresidenta argumenta necesidades de su estructura
El verano, y, sobre todo, el calor estival, fomentan la inapetencia, que se suma al gusto estético por la delgadez para lucir el cuerpo en la playa. Lo que popularmente se denomina 'operación bikini'. Ese ajuste lo hizo el Consell tras su flamante Acord del Botànic en los albores del verano de 2015. Entonces se trataba de demostrar que su tipo era más estilizado que el de sus predecesores del PP, que se aplicaba una dieta de altos cargos.
En cuatro años y con un nuevo comensal en la mesa, Unidas Podemos, todo ha cambiado. Ya lo dijo el president de la Generalitat, Ximo Puig, cuando anunció, en su primera entrevista, que "habrá los asesores que haga falta".
Hoy la vicepresidenta y consellera portavoz, Mónica Oltra, ha seguido en la misma línea, aunque con otras palabras. Y ha marcado el límite en la subjetividad del propio Consell. Juez y parte. Ha aludido a "necesidades de estructura" y ha sacado a pasear los famosos "zombis" o trabajadores contratados pero que no aparecían por sus puestos en épocas de gobierno de otro partido. Poco después, el vicesecretario de organización del PSPV-PSOE, José Muñoz, ha saltado también en la misma línea para afear los "zombis" que tenía el PP en 2011, hace ocho años ya.
Esta concatenación de declaraciones se produce después del anuncio hoy de 84 direcciones generales (algunas de las cuales las ocuparán ilustres ex de Podemos que habían abandonado voluntariamente el carro morado y que ahora retornan, apenas unos meses después, como David Torres o Ángela Ballester) y de 116 asesores, técnicamente personal eventual.
Esas 84 direcciones generales superan en 28 las creadas en 2015, un 50% más. En la misma línea se produce el citado crecimiento de asesores, de 74 (al principio se habían fijado un límite de 64) a 116. "Es la estructura necesaria; si no, no lo habríamos nombrado", insiste la vicepresidenta sin acabar de explicar a qué se debe ese ostentoso incremento.
Si les sumamos las 12 consellerias y las 29 secretarías autonómicas forjadas a fuego de negociación, de momento, el actual Consell supera ya los 240 cargos designados a dedo y repartidos entre las tres formaciones y sus derivaciones que configuran el Consell.
Los argumentos de este atracón estival se basan en necesidades que curiosamente no existían hace cuatro años, cuando también hubo un Acord del Botànic y cuando el nuevo Consell anunciaba que iba a poner toda su empeño en rescatar personas. Esa interpretación de la necesidad parece haberles abierto el apetito. Eso y compararse con el PP, porque la respuesta de "y el PP más" ha sido el otro argumento de peso.