Vox: del rodillo en Valencia a las 750 iniciativas parlamentarias en Les Corts

El resto de partidos se distancian de Vox. PP y Ciudadanos, porque no quiere que queden entremezclados a ojos del votante; y Compromís, Unidas Podemos y PSPV-PSOE, simplemente porque constituye un antagonista secundario. Estas últimas formaciones solamente lo citan (más bien lo aluden, porque no suelen citarlo) para salpimentarlo y rebozarlo dialécticamente con los partidos que presiden Albert Rivera y Pablo Casado y erosionar la imagen pública de estos. Por tanto, soledad en ayuntamientos y Les Corts.

Para los medios de comunicación tampoco suponen el grupo político más inspirador en cuanto a información. Primero, porque no gobiernan en instituciones y son una de las fuerzas con menos representación, por lo tanto, teóricamente, generan menos información, y, por otra, porque el discurso de referirse a los cargos de Vox como ´ultras´ ha calado, lo que supone o alejarse de ellos informativamente o destacarlos solo cuando llevan a cabo alguna iniciativa llamativa, cuestionan algún tema que se ha asentado como verdad absoluta y puede ´chirriar´ socialmente, o se equivocan y ese error se magnifica más de lo que pudiera hacerse con otros partidos no tan bisoños.

En este contexto y con las dificultades citadas, la formación que preside a nivel nacional Santiago Abascal trata de hacerse un hueco en la agenda pública con los recursos de que dispone. Uno de ellos consiste en presentar iniciativas parlamentarias. Hasta este viernes Vox había registrado 750 en Les Corts Valencianes.

Eso sí, por cuestiones procedimentales de la cámara se ha visto obligado, en la que preguntaba sobre el empleo creado y por el personal incorporado en las administraciones en en la Comunidad Valenciana, a entregar una por municipio. Es decir, 542. Por lo tanto, en la práctica ha preguntado sobre 209 temas diferentes.

Estos últimos varían desde algunos que han pasado más desapercibidos, como el retraso en la suscripción de contratos con las compañías eléctricas en diferentes municipios o cómo se gestiona el dinero ingresado por las visitas al castillo de Morella, a otros que han tenido más repercusión, como por los menores extranjeros no acompañados en la Comunidad Valenciana o, el que ha llamado más la atención -y no por imprevisible- de las subvenciones a colectivos LGTBI.

Con esta última iniciativa han logrado la mayor notoriedad, aunque en gran medida por las críticas que han levantado de otras formaciones o por la negativa del presidente de Les Corts, Enric Morera, a tramitarla al entender que podría subyacer un delito de odio.

En el Ayuntamiento de Valencia, Vox ha cosechado cierta visibilidad más por una actuación que por unas palabras. En concreto fue Vicente Montáñez, el número dos en la lista, quien alcanzó repercusión la pasada semana por mostrar un rodillo de pintura en el pleno en el que el equipo de gobierno se repartió las delegaciones, el número de asesores y restringió el número de preguntas que podía proferir la oposición.

Hasta el mismo alcalde local, Joan Ribó, que tiende a evitar cualquier comentario sobre el partido que preside en la provincia de Valencia José María Llanos, se refirió, aunque fuera despectivamente, al rodillo de Montáñez. Y lo hizo con una frase que define bien la tentativa: "Es solo para llamar la atención". Objetivo cumplido en este caso para Vox, porque lo consiguió.

De cualquier modo, la escasez de recursos y de personal y las divisiones internas cada vez más fuertes y públicas, constituyen otros ´palos´en las ruedas de un vehículo, el de Vox, que parte de por sí con desventaja en la que carrera que ya se ha iniciado hacia las próximas elecciones.