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Las bases del PP en Valencia se plantan ante Català en la visita de Casado

La delegación a Benidorm para escuchar al presidente nacional apenas estará compuesta por unas 20 personas, la mayor parte concejales y asesores

Catalá está centrada en su labor de oposición a Ribó, y desde el PP en Valencia le acusan de desatender a las bases en su rol de presidenta de la gestora.

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H. G.

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Una veintena de inscritos contados, la inmensa mayoría concejales y asesores del Ayuntamiento de Valencia. Esta es la reducida representación de las bases del Partido Popular en la ciudad de Valencia que se desplazará a Benidorm con la líder local, María José Catalá, para escuchar y aplaudir al presidente nacional de la formación, Pablo Casado. La insistencia de María José Ferrer de San Segundo, enlace entre Catalá y los presidentes de distrito, para incrementar la delegación apenas ha tenido éxito. Solamente una presidenta de zona de los diez existentes estaba ayer confirmada.

La afiliación del PP en Valencia, sobre todo sus principales delegados, los presidentes de distrito, ha decidido plantarse ante la máxima responsable de la gestora en la ciudad. De esta manera quiere exhibir un malestar que se centra en dos motivos principales: el primero, la escasa presencia de referentes populares con pedigrí local en la candidatura por Valencia en puestos de salida, que tampoco ha sido compensada posteriormente en el nombramiento de asesores; y el segundo, la decisión de cerrar las cuatro sedes en barrios de la capital autonómica.

La situación la define con una elocuente frase un presidente de distrito: "el grupo (en el Ayuntamiento) quiere hacerlo todo a espaldas del partido en Valencia ciudad". El descontento ha crecido tras la notificación enviada a los citados presidentes de finiquitar alquileres de las sedes en agosto y centralizar toda la gestión en una sola, en Navarro Reverter.

El PP ha mantenido cuatro locales de barrio en los últimos años: Patraix, Transits, Abastos y Exposición, que también acogió a Marítim. Estas sedes de distrito permitían reunir a la afiliación y, a la vez, generar imagen de marca en la barriada, según defienden quienes encabezan las protestas contra este cierre, que aseguran que con actividades como la venta de lotería y con la cuota de socios estas sedes podían mantenerse.

Desde una parte importante de las bases consideran que la candidata a la alcaldía y presidenta local de la gestora "les ignora". De hecho, a la citada gestora tampoco le llega apenas información de los pasos que sigue el grupo municipal. En este contexto han decidido mostrar su malestar no acompañando a Catalá al acto de Benidorm de este domingo en el que participa el mismo presidente nacional, Pablo Casado.

Este resquemor no lo han manifestado públicamente. Ni lo habían hecho evidente hasta ahora, con este desmovilización, que parte tanto de la apatía de presidentes de distrito hasta desánimo de afiliados con décadas de antigüedad en Valencia, que no se ven representados por el grupo municipal y que están esperando que Catalá empiece a realizar los acercamientos a la militancia que ahora echan en falta.

Esta desmovilización continuará en los próximos meses, advierten, de no cambiar la actitud de la presidenta de la gestora. Además, y en concreto por el acto de Benidorm, insisten en que en la ciudad de Valencia Pablo Casado obtuvo un buen resultado en las primarias del PP gracias a la ilusión que generó en una militancia que esperaba un cambio que, a nivel local, lamentan que no se está produciendo.

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