La guerra de papá era más fácil
El anuncio del ejercicio militar Europe Defender 20 ha puesto sobre la mesa algo que ya sabíamos: los europeos solos no podemos garantizar nuestra seguridad. Y además ahora es más difícil
En 1968 el Presidente de los EEUU Lyndon Johnson –viendo que su lucha contra el Vietcong se estancaba- tomó la decisión de retirar dos divisiones completas estacionadas en Alemania Occidental y desplegarlas en Vietnam.
Para que esta decisión no debilitara el flanco oriental europeo, la OTAN –con el impulso principal de los norteamericanos- diseñó una serie de ejercicios llamados REFORGER (acrónimo de Retorn of Forces to Germany, regreso de fuerzas a Alemania).
Entre 1969 –el primero- y 1993 –última edición- los ejercicios REFORGER se realizaron en 24 ocasiones. Las maniobras se repetían de manera sistemática: una proyección hacia Europa del Este de fuerzas de la Alianza Atlántica; normalmente más de 100.000 efectivos.
La caída del muro de Berlín hizo innecesario continuar con esta preparación, y a principios de los 90, las maniobras REFORGER desaparecieron de los planes de respuesta de la OTAN.
Esta semana el Mando de las Fuerzas de Estados Unidos en Europa ha hecho público que el año que viene 37.000 soldados de más de 18 países iban a participar en las maniobras “Europe Defender 20”. El número de efectivos –de por sí- ya impresiona. Y si de esos 37.000 militares, leemos que 20.000 van a ser proyectados directamente desde sus bases en EEUU hacia países del Este de Europa, entonces ya entendemos de qué se trata.
Europe Defender 20 comenzará en febrero; el grueso del contingente partirá desde la costa Este de los EEUU en barco hasta Holanda, Bélgica y otros países, y también por avión hasta Polonia, las Repúblicas Bálticas y Georgia principalmente.
El despliegue logístico no tiene parangón desde el último REFORGER: serán más de 4.000 kilómetros lo que atravesarán los convoys de esta fuerza. Una vez lleguen a su destino, los blindados, tanques y municiones que están “preposicionados” en el este de Europa alimentarán este ejército con todo lo necesario para hacer frente al enemigo.
¿Y quién es el enemigo? Pues es esto, en mi opinión, lo más novedoso de las maniobras. Me explicaré.
En las maniobras REFORGER de la Guerra Fría todo estaba claro: cada trinchera tenía asignada la misma unidad, casi el mismo soldado, año tras año.
Para “Europe Defender 20” el comandante en jefe de esta fuerza de 37.000 efectivos, el general norteamericano Christopher Cavoli, ha planeado que las maniobras sirvan no sólo para ver las dificultades de un despliegue de estas características, sino para poner en práctica las llamadas “operaciones multidominio”.
Y es que los EEUU han decidido que las batallas convencionales -lideradas por ejércitos- están quedando eclipsadas por una lucha de “competencias” entre naciones: eso son las operaciones multidominio.
¿De qué le sirve al General Cavoli ganar con su ejército una batalla concreta? Pues de mucho o de muy poco en función de si Rusia –por ejemplo- pierde el control del espacio aéreo, su capacidad de misiles balísticos o su capacidad de bloquear un puerto del mar Negro.
No se trata ya de ejércitos que ganan batallas, sino de naciones o alianzas de países que son capaces de condicionar la acción política -del enemigo- limitando su capacidad de maniobra o respuesta.
El pequeño Christopher Cavoli creció en la República Federal Alemana. Su padre, un oficial norteamericano, se despedía de él una vez al año para coger su petate, subirse a un jeep y viajar hasta la frontera de la República Democrática Alemana y desplegar con sus hombres. ¡A los agujeros! Cada soldado de la compañía del Capitán Cavoli ya sabía dónde asentar la ametralladora y colocar los morteros. Algunos, hasta recordaban en el cemento del búnker los dibujos grabados por ellos mismos meses atrás.
De febrero a julio del próximo año, el general Cavoli dirigirá un gran ejército…., pero sus soldados no volverán al refugio de siempre ni tendrán enfrente al soldado “Iván”. En los centros de doctrina militar norteamericanos un escogido número de oficiales diseñan las pruebas que este nuevo ejército tendrá que superar. Ni siquiera el flamante general sabe todas las incidencias que tendrá que afrontar ni todas las misiones que se le van a ordenar.
Los EEUU no pueden esperar más; necesitan saber ya si están preparados para las “operaciones multidominio”: ataques cibernéticos, ofensivas de tanques, noticias sin contrastar, atentados sin reivindicar y satélites que dejan de transmitir…. A todo eso, y algo más, es a lo que tendrán que “enfrentarse” los 37.000 de Cavoli.
Supongo que estará pensando eso, que la guerra de papá era más fácil. Puede ser, pero hay que ganar las batallas que nos pone la vida delante. La suya no es fácil, mi general, pero es la que le ha tocado. Suerte.
*Experto en Seguridad y Geoestrategia.