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De la hormiga del PP a ´la caseta´de Ábalos: dardos en el debate electoral

El PSOE recibió ataques de todos, principalmente de PP y Compromís; Unidas Podemos se atribuyó la presidencia de Sánchez, mientras Vox y Ciudadanos trataban de evitar la refriega

De la hormiga del PP a ´la caseta´de Ábalos: dardos en el debate electoral

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H. G.

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Los dardos, mandobles, aldabonazos y cuantos símiles bélicos quieran buscarse no faltaron en el debate dialéctico entre los cabezas de lista al Congreso por Valencia de PSOE, PP, Ciudadanos, Unidas Podemos, Vox y Compromís, los seis partidos que cuentan en la actualidad con representación. La Cadena SER los ha juntado esta mañana en el espacio La Nau, de la Universitat de Valencia, para que blandieran sus sables en la que ha resultado ser una entretenida contienda de oratoria.

Cada turno lo iniciaba Joan Baldoví como candidato de Compromís, la coalición que menos votos obtuvo el 28 de abril de las seis formaciones representadas. Con zapatillas deportivas, vaqueros, camisa clara por fuera del pantalón y un peinado acorde a la estratégica reconversión de su imagen en esta campaña, Baldoví disparó pronto su primera andanada. La orientó hacia un rival directo en su nicho de votantes: Unidas Podemos. "Ha dejado pasar su oportunidad", recalcó, para luego afirmar que el PSOE, "suplicó el voto de Ciudadanos y PP". El diputado de Compromís centró su discurso en reivindicar mejoras sociales y en atizar a socialistas y podemistas.

El candidato de Vox, Ignacio Gil Lázaro, de traje oscuro y corbata azul (la tonalidad de esta última constituía casi la única diferencia entre su indumentaria y la del ministro socialista José Luis Ábalos) recogió el guante y lo volvió a lanzar. "Los cuatro partidos" -obvió a Compromís- "son los principales responsables de las elecciones". En particular aludió a Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, a cuyo grupo parlamentario que Vox aspira a repelar escaños, "cegado en su voluntad de liderar la derecha".

Héctor Illueca, congresista de Unidas Podemos, que despuntaba por su elevada estatura y su tono pausado (además de por sus zapatos rojos), sugirió a Baldoví y a Ábalos "que se abstengan de construcciones retóricas", para argumentar la negativa de su grupo a aliarse con el PSOE en que "la CEOE vetó nuestro pacto".

María Muñoz, diputada de Ciudadanos, aprovechó para lanzar un par de pullas sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que calificó de "incapaz, un fracaso, que acusa a los españoles de haber votado mal", para recalcar que Albert Rivera propuso "cuatro pactos de estado hasta en dos ocasiones".

Belén Hoyo -a quien el ministro Ábalos añadía continuamente una ´s´a su apellido al digirse a ella como "señora Hoyos"-, mantuvo la misma línea arremetiendo contra el secretario general del PSOE. "O es un inútil o un irresponsable", apuntó, para afirmar que "el PSOE va a la baja. El plan Redondo -en alusión al jefe de gabinete de Pedro Sánchez- no les va a salir tan redondo".

El PSOE ya ganó en abril. No tenía ningún interés en repetir las elecciones, recalcó el ministro Ábalos

Por su parte, el cabeza de lista del Partido Socialista, la formación más votada en la provincia de Valencia hace apenas seis meses, José Luis Ábalos, no dudó en acusar al resto de "optar por el bloqueo" y de no haber dejado más alternativa al presidente del Gobierno que convocar elecciones. Después, añadió que "el PSOE ya ganó en abril. No tenía ningún interés en repetir". Ábalos dirigió la mirilla de su batería retórica hacia la responsabilidad de Unidas Podemos. "Llegó a calificar el Ministerio de la Vivienda que le ofrecimos como ´la caseta del perro´", e incluso en otro momento añadió que "Podemos siempre es la garantía de una oportunidad para la derecha".

En un debate dinámico moderado por el director territorial de la Cadena SER en la Comunidad Valenciana, Bernardo Guzmán, los candidatos no levantaron la bandera blanca. Baldoví atizaba a PSOE y a Unidas Podemos, Belén Hoyo lanzaba sin tregua sus ´ganchos´ hacia el socialista Ábalos, que no rehuía el combate, aunque buscaba zafarse rápido. Gil Lázaro, sin fijar la mirada en sus contrincantes, apostó por las propuestas (llegó recitar un decálogo), entre las que incluía algún ´capón´a cualquiera de sus compañeros de debate, indistintamente.

Por su parte, María Muñoz intentaba escabullirse de la refriega hablando de "futuro" y especificando que el de la Comunidad Valenciana consiste en "ser líder en economía, turismo y derechos sociales". Mientras, Héctor Illueca no dudaba en saltar al barro de la batalla, aunque sus gestos y maneras (medidos y funcionariales) provoquen cierta disonancia con sus palabras (más agresivas y contundentes). Recibió de todos un poco, mientras él prefería disparar hacia los dos extremos (Baldoví, a su derecha; Ábalos, a su izquierda) desde el centro del escenario en el que se ubicaba.

Algunos titulares de la trifulca dialéctica los dio Baldoví al hablar de responsables: PSOE y Pedro Sánchez, beneficiarios: la derecha; y perjudicados: la sociedad, del adelanto electoral, a lo que Gil Lázaro le replicó que "los mismos perjudicados a los que ustedes perjudican desde el Consell".

Illueca espetó a Baldoví que "no vamos al Congreso a entregar el voto gratis", mientras que Hoyo, siempre dirigiéndose hacia Ábalos, le indicó que "o tienen insomnio -en alusión a la frase del presidente del Gobierno sobre que no podría conciliar el sueño si pactaba con Podemos- o no les importa la Comunidad Valenciana (en referencia al pacto valenciano de socialistas y podemistas).

De los seis candidatos, solo dos insistieron, en su minuto final, en movilizar al electorado: los de PSOE y Ciudadanos

El candidato del PSOE por la provincia de Valencia recalcó "nuestro compromiso expreso en el primer año de encarar la financiación", mientras que María Muñoz aludió al "show del bipartidismo", e Illueca llegó a atribuir a Podemos el hecho de que Pedro Sánchez viva en La Moncloa. "Es presidente porque nosotros le hicimos presidente construyendo una moción de censura", señaló. Por su parte, Belén Hoyo recurrió a la fábula de la cigarra derrochadora y la hormiga ahorradora, para asimilarlas, respectivamente, a PSOE y a PP.

Al final, en el denominado minuto de oro, de gloria o de remate, todos los diputados aludieron a la bonanza de sus proyectos, pero solamente dos animaron a la participación. "Sal a votar", pidió María Muñoz; "movilízate", dijo Ábalos. Fueron los candidatos de Ciudadanos y PSOE, las dos formaciones que, a priori, más podrían perder por una desmovilización y en mayor medida se vieron beneficiadas, en abril, por la alta concurrencia a las urnas.

Y así concluyó una hora de entretenido debate seguido con atención por representantes de la sociedad civil valenciana, compañeros de partido y asesores de los diferentes aspirantes a revalidar su escaño de diputado por Valencia.

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