¡Paren este circo con la violencia!
Nunca voy a defender el pensamiento único que machaca al disidente, como ocurre en este tema con una izquierda que se cree que es la única que defiende a la mujer.
Esta semana conmemorábamos el Día Internacional contra la Violencia de Género (o doméstica, intrafamiliar, machista o sin nombre, no voy a entrar ahora en ese debate), y mi deseo para los próximos años, más allá de que las muertes de mujeres a manos de su pareja desaparezcan de una maldita vez, cosa obvia, es que este tema se aleje y se aparque de una vez del show político y se aborde sin los aspavientos y espectáculos de unos y otros.
El Día contra la Violencia de Género se ha convertido tristemente en un día más en el que contaminar todo con ideología. Todos nos hemos quedado con la imagen de Ortega Smith siendo increpado por una señora que recibió tres tiros como resumen de ese día. En gresca política, en show mediático (Al Rojo Vivo conectando directo con la escena como si fuera un Sálvame), pero no en una reflexión sobre qué medidas reforzar o mejorar para proteger a las mujeres amenazadas.
En mi opinión, el discurso de Ortega Smith no era para ese momento y lugar, como cuando fue con una pancarta diferente a la del ayuntamiento. Busca el titular fácil. Y ojo, esto no significa que no se pueda discrepar de la Ley de Violencia de Género. Vox o cualquier partido pueden opinar que esa ley es mejorable, que contiene errores o que incluso que hay que derogarla en su totalidad y sustituirla por otra. Y eso no te convierte en machista, nazi o en maltratador. Que las leyes cambian, se adaptan y evolucionan.
Nunca voy a defender el pensamiento único que machaca al disidente, como ocurre en este tema con una izquierda que se cree que es la única que defiende a la mujer. El problema de Vox no es discrepar, que es sano, sino las formas y la búsqueda constante de la atención y el titular fácil, con este o cualquier otro tema.
Pero claro, es que uno ve lo que se cuece en la izquierda con su pretendido feminismo y le entran ganas de salir corriendo a abrazarse con Ortega Smith. Te levantas a las 7 de la mañana para trabajar, miras el móvil con las noticias del día y lo primero que lees es “El País: la heterosexualidad es peligrosa”. ¿Comorrrr? ¿Que el hecho de ser heterosexual ya me hace un potencial asesino de mujeres? Pero es que sigues leyendo y dice el mismo artículo “entre tanto, que cada mujer tenga una pistola y sepa usarla”. Claro que sí guapis. ¿quién ha redactado el artículo? ¿Un cowboy?
Sales de casa y pasas por la plaza del Ayuntamiento de Valencia y ves las actividades programadas por el gobierno de Compromís-PSOE para ese día: concierto de la Lesbianbanda y monólogo de ‘Chonis’. Pero señores progres (y señoras, señorxs y señor@s) ¿Me pueden decir en qué puñetas ayuda a la violencia contra la mujer hacer un concierto de la Lesbianbanda?
Un concierto por cierto un martes por la mañana laborable que no va a ver ni el propio Ribó. Aparte de ser una frivolidad absoluta, huele a usar este día como una excusa más para contratar a cuatro amiguetes con dinero público a hacer algo que no sirve absolutamente de nada. Esto, por cierto, sólo hincha de razones a los que dicen que la violencia de género es la excusa para algunos del lado izquierdo para montar chiringuitos con dinero público. Si fuera por Compromís, experto en chiringuitos y enchufes, no quepa la menor duda.
Eso en Valencia, que en Madrid se fue una asociación feminista a las puertas de una Iglesia a pedir a las mujeres la ‘apostasía feminista’, ya que como todo progre sabe, es muy chupi guay utilizar cualquier pretexto para meterse con la Iglesia Católica. Luego esperaba que fueran a la mezquita de la M-30 a pedir lo mismo a las mujeres musulmanas, pero no, todo el mundo conoce que en algunos países islámicos como Irán o Arabia Saudí la mujer es tratada con absoluta igualdad y dignidad.
Y, por supuesto, los discursos y manifiestos en los que si “el capitalismo mata mujeres”, “todos los hombres son potenciales maltratadores”, y los tuits de partidos y personalidades de izquierdas arrogándose que sólo ellos defienden a las mujeres, aunque su única aportación a esa pretendida defensa sea un concierto de la Lesbianbanda, como Joan Ribó. Usan ahora la excusa de Vox, que si el PP y Cs han recibido el apoyo de Vox en algunos gobiernos y por tanto no tienen derecho a defender a la mujer. Es la historia de siempre de la superioridad moral de la izquierda y de su apropiación de todo. Ahora Vox es el pretexto, antes sin Vox decían lo mismo.
En definitiva, ojalá llegue el 25 de noviembre de 2020 y ese día podamos hablar de medidas eficaces para proteger a las mujeres amenazadas, de ayuda a las que han sufrido, sin circos, sin gente buscando el titular fácil, frivolidades y demás. Un debate adulto y sosegado, alejado de dogmas ideológicos y superioridades morales. ¿Es mucho pedir?