De serruchos, ácido y otros productos para ligar

A veces un 'clic' es el único vínculo de unión entre dos desconocidos. Así son las relaciones humanas en la generación de Tinder, Meetic, Lovoo y demás aplicaciones de citas. El problema surge cuando ese clic te acerca también al peligro, al individuo que es quien quiere ser por mor de una simple descripción digital.

Quién le iba a decir a Marta Calvo que tras teclear unas cuantas veces en una aplicación se iba a encontrar con alguien como Ignacio P.J., traficante colombiano con antecedentes y en libertad provisional que posteriormente utilizaría, presuntamente, serruchos, bolsas de plástico y ácido corrosivo para deshacerse de su cadáver.

Sea cierta o no la versión del sospechoso de la muerte accidental por consumo de drogas, lo que sí es indiscutible es que no era la cita perfecta para nadie. En una sociedad en la que se vive rápido, exenta de valores y completamente despersonalizada, todo el mundo está "a tiro de wifi" de lo que quiera, pero muchas veces lo que queremos no coincide con lo que quieren los demás.

La estrategia del sospechoso parece avanzar hacia un nuevo caso Marta del Castillo, puesto que la diferencia entre la condena por asesinato y por profanación es abismal. Esperemos que el asesorado delincuente no tenga suerte con su plan y aparezca el cuerpo de Marta Calvo, para que sus padres puedan darle sepultura y descansar por fin , si es que eso es posible, de tan atroz fallecimiento.