Cerrar

Mut: La sociedad civil repudiará a Sánchez si traiciona al Estado constitucional

El líder de Sociedad Civil sostiene que la ausencia de un proyecto claro de España conduce al abismo. Mut aboga por una reflexión del sistema autonómico basado en la solidaridad.

Fernando Mut.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El responsable de Sociedad Civil Valenciana (SCV) tiene una extensa carta a los Reyes Magos para este recién estrenado año que pasa por "librarnos del nacionalismo excluyente y recuperar el prestigio de las instituciones". Ello unido, según Fernando Mut, a una línea de progreso "junto a la acción contra la exclusión social y pobreza, preservar los ecosistemas con su corolario de recuperación de las áreas rurales, la lucha contra la corrupción, la defensa de las tradiciones y la cohesión social económica y territorial" de la Comunitat Valenciana.

-Sociedad Civil Valenciana nació como una asociación de espíritu crítico y trasversal, pero al mismo tiempo con el objetivo de propiciar pactos y favorecer la unidad. ¿El término unidad está a la baja a tenor de los acontecimientos políticos?

-Sí, es evidente. Las posturas políticas se han radicalizado. La necesidad de mantener o alcanzar, en su caso, el poder a toda costa ha incrementado la división ideológica de la sociedad y por tanto el sectarismo y la intolerancia. Llegados a este punto parece que o se es de unos o se es de los otros. No

parece posible asumir posturas capaces de aunar ideas y propuestas útiles para la sociedad en su conjunto. Da la impresión de que lo único importante para los políticos en liza sea alcanzar el poder.

Es por eso por lo que las Sociedades Civiles tendrán que hacer un esfuerzo mayor en defensa de la ciudadanía a la que le preocupa la calidad de su vida cotidiana y el futuro de sus hijos. Desde Sociedad Civil Valenciana seguimos empeñados en propiciar el entendimiento y la cohesión social mediante un proyecto positivo y unitario en que existan cauces reales para que todos podemos implicarnos cómodamente.

-¿Cómo valora la gestión del tripartito valenciano? ¿Un acuerdo PSOE-CS-PP es para Sociedad Civial más trasversal y beneficioso que un gobierno PSOE-Podemos?

Sociedad Civil Valenciana es constitucionalista. La Constitución se hizo entre todos y debe modificarse entre todos partiendo de valores y principios que emergen en la sociedad – no se confunda con las consignas que emite el poder a través de los medios de comunicación que centran y magnifican problemas reales para lograr objetivos del poder-. No vemos el porqué Podemos no pueda estar en ese gobierno pese a declararse antisistema.

Los gobiernos gestionan la vida pública y las diferentes visiones del mundo y de las cosas y deben articularse primando el bien común. La subida del salario mínimo o de las pensiones sólo puede contemplarse en el marco de un sistema que hace viable el progreso y el bienestar de una sociedad en su conjunto. Pedro Sánchez ha puesto a las zorras a cuidar del gallinero a cambio de ser su único dueño. Piensa morir de éxito, pero lo cierto es que morirá repudiado por la sociedad civil, por los ciudadanos, si traiciona al Estado constitucional.

Ximo Puig se equivoca al ceder de forma innecesaria tanto poder a gentes de  dudosa condición constitucional

En el caso del tripartito valenciano no parece que la Comunidad esté en una senda de progreso social y económico. Las tensiones dentro del Consell y las diferencias de gestión entre unos u otros departamentos lastran a un territorio cuyo peso va haciéndose más leve e inconsistente. El gobierno autonómico debería ser más tolerante con la oposición, entender que, entre todos, lo

podemos hacer todo más fácil. Incorporar a los adversarios en las decisiones que más relevantes es fundamental, pues representan a una parte importante de los ciudadanos y también es necesario que quienes dirigen la administración, los políticos, escuchen a la sociedad civil y dejen de una vez

por todas, de enviar consignas y mensajes ideologizados y pagados por el erario público. A rravés de los medios de comunicación privados o públicos ordenan que sean mansamente adoptados por los ciudadanos.

Nos encontramos en estos días con ejemplos tan surrealistas como el tratar de evitar nombrar las fiestas de la Navidad por su nombre: Navidad, para denominarla “Festes del Solstici d´Hivern”, se ve que así pretenden ir paganizando una tradición religiosa fuertemente arraigada. Ximo Puig se equivoca al ceder innecesariamente tanto poder a gentes de dudosa condición constitucional.

-En ocutubre pasado protagonizaron ante la puerta de les Corts Valencianes la lectura de un manifiesto contra el 'procés'. ¿Le decepcionó que los socialistas no acudieran al acto simbólico?

-Francamente, sí. El texto estaba presentado y aceptado previamente por ellos, pero pienso que sus obligaciones con sus socios de gobierno hicieron que no se atrevieran a salir a la puerta de las Cortes y mandaran a un representante que, en el interior de Les Corts y no en la calle, delante de la escalera, recibió el documento e incluso se fotografió con nosotros. Así, pues, nuestro objetivo

de propiciar la unidad de las fuerzas constitucionalistas no se consiguió totalmente.

Compromís nos dijo que dejáramos el manifiesto en sus oficinas. Tenemos una difícil tarea por delante.

No puede un gobierno repetir incesantemente términos como sostenibilidad, ecología, respeto del medio ambiente y al tiempo dejar morir un ecosistema de altísimo valor como es la Albufera

-En clave valenciana han trasladado su oposición a la reforma de la carretera del Saler y han participado en actos en favor de la libertad educativa o de la agricultura, entre otros. ¿Está haciendo oposición política al gobierno valenciano?

-No es esa la misión. Sociedad Civil levanta su voz contra los abusos de poder, contra la radicalización de las posturas y contra todo aquello que vaya en contra de la unión y colaboración mutua. Estamos, en definitiva, contra la disensión y el enfrentamiento.

Tratamos de buscar puntos de encuentro que siempre son posibles, pero defendemos unos valores y principios que se definen en nuestro manifiesto fundacional. “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”, ya lo decía Cervantes. La Ilustración es nuestra guía de comportamiento y el cuidado y defensa de las Leyes e Instituciones que nos hemos dado democráticamente es nuestra obligación. Somos valencianos y por eso españoles y europeos, defendemos nuestra lengua y culturas comunes, apoyamos nuestras tradiciones locales y la lengua valenciana.

Desde ese punto de vista se puede entender nuestra protesta en el Pleno del Ayuntamiento de Valencia contra las acciones programadas para el Parque Natural de la Albufera por su inconsistencia y por responder a objetivos puramente ideológicos: no puede un gobierno repetir incesantemente términos como sostenibilidad, ecología, respeto del medio ambiente y al tiempo dejar morir un ecosistema de altísimo valor como es la Albufera, dedicando los fondos públicos a dejar incomunicados núcleos de población allí existentes en vez de realizar actuaciones estructurales de regeneración del ecosistema. Pura perversión.

En la Comunidad Valenciana tenemos magníficos ejemplos de mecenazgo. Así el Maratón Trinidad Alfonso, que catapulta a Valencia al máximo nivel deportivo mundial; la creación del pabellón para el basquet situado en un barrio emergente; Bombas Gens, en su apoyo al arte actual de vanguardia contribuyendo al desarrollo social de una zona necesitada; la Fundación Chirivella Soriano o la restauración del Colegio del Arte mayor de la Seda poniendo en valor un edificio histórico ligado a la tradicional producción de la seda, son muestras del buen hacer de la Sociedad Civil, estas propuestas son ejemplarizantes y nos llenan de orgullo.

-Han tenido diversos encuentros en Bruselas con parlamentarios de diferentes grupos. Brexit, procés, populismo.. ¿El europeímo tiene sentido en el siglo XXI?

-Creemos en Europa. Somos europeos y europeístas. Creemos en la necesidad de formar parte de ella. No tiene sentido estar aislados en nuestra caverna en un mundo cada vez más universal. España forma parte de Europa de una cultura y una organización civil y política a la que históricamente se ha pertenecido. Pero es cierto que existen serios problemas que dificultan la construcción de una Europa realmente de todos: normas comunes en la gestión económica, fiscalidad común y por lo que se ve, también en el ámbito de la justicia, donde acabamos de contemplar un cambio de rumbo que nos ha afectado seriamente.

Europa es para Sociedad Civil Valenciana sinónimo de unidad gobernanza común y progreso. Los beneficios de nuestra incorporación a ella han sido evidentes y lo seguirán siendo en lo que a democracia se refiere y en los ámbitos social, institucional, cultural y económico.

No es posible que se excluya progresivamente una lengua común a millones de habitantes y que ha sido vehículo de entendimiento y cultura a lo largo de los siglos

-El Ayuntamiento de León ha aprobado una propuesta en pro de la independencia de Castilla. ¿Teme un contagio en este tipo de iniciativas? ¿La posiblilidad de que resurja, por ejemplo, el alicantinismo?

-Un conocido periodista hablaba de que lo importante en este momento que nos ha tocado vivir, es que el diálogo ilustrado prime sobre la pasión identitaria. Lo cierto es que el nacionalismo excluyente es nocivo. La defensa cerrada de las identidades provoca el tratar al otro como extranjero, como alguien que “no es de los nuestros” y así sentirse superiores. La identidad cerrada como factor emocional nos aleja de la idea de una humanidad común y universal, y afecta directamente a la educación y por lo tanto al desarrollo social y económico. No es posible que los niños sepan dónde está el barranco cercano a su población – cosa que entendemos importante - y no sepan nada del Miño o confundan el Guadiana con Guadalquivir.

No es posible que se excluya progresivamente una lengua común a millones de habitantes y que ha sido vehículo de entendimiento y cultura a lo largo de los siglos. Creemos en la importancia del conocimiento, potenciación y mantenimiento de las lenguas vernáculas porque constituyen una riqueza que hay que cuidar y preservar, pero no podemos olvidar la amplitud del mundo y la necesidad de entendimiento entre las diferentes sociedades cosa que sólo puede conseguirse con las lengua universales.

Lo local siempre se siente agraviado por lo general porque tiene dificultades para percibir lo mucho que recibe de la pertenencia a lo común, por eso es necesaria mucha pedagogía y altruismo para evitar esa miopía

No hemos logrado acceder a lo universal desde lo estrictamente local y reducido. Es un fracaso y un error de bulto. En estas circunstancias surgen esos movimientos desnortados de defensa de localismos que se transforman en posiciones políticas que aspiran a influir en el Estado para conseguir prebendas a base del chantaje, en vez de exigir sus derechos casi siempre

olvidados por el gobierno de las zonas más pobladas y más potentes económicamente. El alicantinismo puede surgir en este ámbito dislocado y eso es algo que se debería contemplar muy seriamente por nuestros gobernantes.

Lo local siempre se siente agraviado por lo general porque tiene dificultades para percibir lo mucho que recibe de la pertenencia a lo común, por eso es necesaria mucha pedagogía y altruismo para evitar esa miopía.

-SCV elaboró otro manifiesto defendiendo soluciones contra la despoblación de varias comarcas de la Comunitat. Posteriormente el Consell ha marcado entre sus retos una agenda para evitar que comarcas se vacíen. ¿Qué propuestas estima prioritarias? ¿Están a favor de la ley de comarcalización?

-El abandono de la agricultura es el abandono de medios de producción que sostenían, que mantenían vivas a las zonas del interior de nuestra Comunidad. Las dificultades de comunicación son otro factor de gran importancia.

Las soluciones son complejas y de largo alcance. Habrá que arrancar implantando gratuitamente las tecnologías gratuitas que permitan la conexión inmediata con el mundo desde las poblaciones del interior, hará falta estructurar el territorio, algo que ya defendía el gran sociólogo José Miguel

Iribas hace años, con núcleos de población de carácter comarcal intermedios, potentes y perfectamente articulados con los núcleos rurales próximos, de su actual comarca, y que permitan la obtención rápida de bienes y servicios. No basta con el turismo de fin de semana cultural y gastronómico aunque sean esenciales, el problema es de cotidianeidad del vivir día a día.

La estructura territorial de la Comunidad es compleja y tiene importantísimas deficiencias que hay que corregir. Me resulta ridículo el que una institución provincial se jacte de incorporar tan sólo diez millones de euros para paliar el vacío poblacional de su territorio.

Ley de Comarcalización sí, pero sensata y dentro de una política territorial seria que busque la unión entre comarcas y no genere mayor dispersión.

Cada autonomía defiende sus
intereses sin tener en cuenta a las otras y en eso las más ricas siempre tienen las de ganar

-¿El problema valenciano se llama financiación o forma parte de un argumento para justificar la falta de gestión?

Ambas cosas. Que existe una infrafinanciación de la Comunidad Valenciana es evidente y eso es de gran importancia para nuestro desarrollo. Es absolutamente necesario que se redefina con claridad la parte de fondos que corresponden al Estado y la de las autonomías para luego definir su redistribución. Esa redistribución dependerá de muchos factores. La solidaridad, a nuestro entender, debe ser el primero. Lo que ganan unos lo pueden perder otros. La ausencia de un proyecto claro de España sólo nos puede conducir al abismo. En la actualidad, cada autonomía defiende sus intereses sin tener en cuenta a las otras y en eso las más ricas siempre tienen las de ganar.

Las deficiencias en la gestión del gobierno del Botànic son alarmantes. La

ejecución presupuestaria es la muestra que lo evidencia. El caso más sangrante es el del Ayuntamiento de Ribó que ni siquiera ha alcanzado ejecutar el cincuenta por ciento del presupuesto aprobado.

La corrupción, paralelamente, no se ha frenado pese a ser un elemento esencial de la crítica a la lamentable situación anterior al gobierno del Botànic. La desviación de cuatro millones de la empresa municipal de transportes hacia no se sabe donde o las contrataciones de familiares directos de quienes ostentan el poder no ayudan nada a la necesidad de poner en valor nuestras

instituciones y en particular de nuestra clase política. Estos factores afectan de forma importante a la percepción pública de nuestra Comunidad.

-¿Cuáles son los objetivos de Sociedad Civil Valenciana en 2020?

La situación actual de España es alarmante. No podemos reducir nuestra actividad, como Sociedad Civil, a un territorio parcial pues utilizando el símil popular, sabemos que todos los dedos de la mano son igualmente importantes y no podemos desprendernos de ninguno de ellos, pero para que funcione la mano debe formar parte y regirse por el organismo en su conjunto. Pedimos en nuestra “Carta a los Magos de Oriente” librarnos del nacionalismo excluyente, recuperar el prestigio de las instituciones, el progreso unido a la acción contra la exclusión social y pobreza, preservar los ecosistemas con su corolario de recuperación de las áreas rurales, la lucha contra la corrupción, la

defensa de las tradiciones y la cohesión social económica y territorial de nuestra comunidad. Esos son los problemas enormes a los que nos enfrentamos y en los que debemos aportar nuestras acciones de acuerdo con nuestro leal saber y entender, buscando la oportunidad y eficacia.

Somos jóvenes, Sociedad Civil Valenciana apenas ha cumplido dos años y el entusiasmo no nos falta, pero no debemos cometer errores que nos signifiquen en posiciones que no son las nuestras. Nosotros estamos en defensa de la libertad, de las leyes que emanan de nuestra Constitución, en el sentido de unidad y colaboración entre las personas, las instituciones y los territorios. Siempre con la primacía de la razón pues somos hijos de la Ilustración y en ella la Comunidad Valenciana jugó un papel primordial.