Los "premios" para el diputado de Teruel Existe que apoyará a Pedro Sánchez

Pedro Sánchez ha logrado un apoyo que, además de añadir a la complicada suma para lograr la investidura, también contiene un elevado valor simbólico porque no procede del frente nacionalista (PNV, por ejemplo) ni del de formaciones que le han dado un respaldo incondicional desde el primer momento (Más País). En su amalgama de aliados el PSOE ha conseguido sumar a Teruel Existe, una formación con un tinte regionalista que lava la imagen de la coalición sanchista, algo que realizaba el Partido Regionalista Cántabro de Miguel Ángel Revilla hasta que ayer decidió dejar de hacerlo.

Sánchez ha cerrado el voto personal de Tomás Guitarte, el congresista de Teruel Existe. Y si esta última plataforma tiene una escasa (de apenas dos meses) vinculación con la política nacional, su representante sí que presenta una dilatada hoja de servicios de relaciones públicas y contactos con las diferentes administraciones. Guitarte siempre ha estado próximo a los socialistas, según compañeros de profesión.

En esta trayectoria destaca sus nexos con la Generalitat Valenciana, que tienen diversas ramificaciones. En gran medida se deben a su labor profesional, la arquitectura, cuya preparación y titulación la adquirió en la Universidad Politécnica de Valencia, ciudad en la que, por cierto, Guitarte cuenta con una vivienda en una céntrica calle del pujante distrito del Ensanche. Por ese motivo en ciertos ámbitos se le considera como un diputado 'valenciano' más.

Responsable del edificio de Sanidad que se derrumbó

En 2002 la Conselleria de Sanidad adjudicó, a un equipo técnico del que formaba parte destacada el diputado por Teruel, la redacción del proyecto básico y la ejecución de las obras e instalaciones del centro de salud de San Vicente del Raspeig, en el sur de la provincia de Alicante. Poco tiempo después, en 2005, Guitarte participó en la edificación del Centro de Investigaciones de Salud Pública (CISP), en la ciudad de Valencia, donde la caída de parte de un voladizo de unos 200 metros cuadrados en una prueba de resistencia provocó heridas a dos técnicos.

120.000 euros por el alquiler de la antigua sede de la Inquisición

Con el paso de los años y el cambio de gobierno, la relación se ha ido estrechando. De hecho, la Agencia Valenciana Antifraude, uno de las principales iniciativas del denominado Govern del Botànic que alzó al socialista Ximo Puig a la presidencia de la Generalitat, alquiló, hace casi un par de años, un céntrico local de 680 metros cuadrados en la calle Navellos a la firma Arquilab SL, de la que es titular la esposa de Tomás Guitarte. Un alquiler por 120.000 euros al año, que permite a Guitarte asegurarse una fuentes de ingresos para el pago en su caso de la hipoteca por un edificio, que en su día albergó la sede de la Inquisición, y que el ahora diputado compró a José María Trénor, Marqués de Cerdanyola.

El alquiler del noble edificio, sin concurso alguno, la tomó personalmente el director de la Agencia de Antifraude, Joan Llinares, vinculado a Podemos, tras desistir seguir trabajando en las instalaciones del parlamento valenciano.

Nuevo contrato de los socialistas de Aragón

Precisamente esa empresa también ha logrado, muy recientemente, la concesión de la dirección de las obras del nuevo hospital de Teruel, lo que supone un contrato de 285.256 euros a desarrollar entre 2018 y 2022. Guitarte ya ha aclarado que aunque esa concesión la ha realizado una administración gobernada por el PSOE, se debe simplemente a que la oferta presentada "ha sido la mejor y más barata".

Con ese bagaje de conocimiento de los entresijos de la administración y su papel de paladín de las reivindicaciones turolenses, el diputado está llamado a desempeñar un importante rol en la difícil estabilidad del gobierno que gestione Pedro Sánchez.

Si en los próximos días su voto será decisivo para la investidura, en meses sucesivos también le buscarán para aprobar presupuestos o para tramitaciones legislativas. Pocas veces un partido contará con la oportunidad de amortizar al máximo para sus intereses particulares un único escaño logrado con menos de 20.000 votos y, no hay que olvidar, dos senadores.