El reparto extra de asesores en Diputación y la singular distribución de Ribó
El alcalde ha contratado como coordinadores a dos cargos de Compromís descabalgados en las últimas elecciones y a los que ha situado en áreas que contrastan con su perfil
Los partidos que gobiernan tienen múltiples cargos públicos que ofrecer a militantes y afines; desde la oposición, la cuestión cambia. Para quien no dirige la mayor parte de instituciones públicas, le queda un cupo bastante ajustado que se suele limitar a la cifra de asesores por grupo que han determinado las fuerzas políticas que mandan en cada institución.
El Partido Popular constituye una buena muestra de esta situación a nivel autonómico y en las corporaciones provinciales de Castellón y Valencia. Después de señalar a las personas que ocuparían los puestos de asesores en el grupo en Les Corts y en los de las diputaciones, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FMVP) se convertía en el último reducto vacante, sobre todo porque desde la dirección popular han tardado en designar a sus titulares.
Primero para esperar el discurrir de las elecciones nacionales y luego porque todavía acababan de celebrarse, no ha sido hasta esta semana cuando el ex alcalde de Massamagrell, Miguel Bailach, que sí que lleva ya tiempo en la plaza, se ha visto más acompañado. Entre las últimas incorporaciones destaca la de la ex alcaldesa de Aldaia, Carmen Jávega, una persona del sector del diputado Vicente Betoret y con una experiencia y capacidad jurídica que la encaminan a ocuparse de esa tarea en la relación de los municipios con la Federación. Algfunas
No obstante, cuando todo parecía ya descartado para quienes se habían quedado fuera ha surgido una nueva oportunidad con el presupuesto de 2020 de la Diputación de Valencia. Esas cuentas, que solo tuvieron el voto en contra de Vox, permiten incorporar seis asesores más. Dos de ellos recaerán en el grupo popular que encabeza Juan Ramón Adsuara, y posiblemente lo ostenten dos destacados concejales de la formación bastante implicados en la pasada campaña electoral a las elecciones municipales. En estas incorporaciones, al igual que en las de la FVMP, se produce un tira y afloja entre diferentes aspirantes y líderes del partido hasta que se dictamina la elección definitiva.
Ciudadanos ganará también un asesor, que podría servirle para incorporar a una persona que ocupa ese puesto en una institución de ámbito autonómico. Compromís suma otro y el PSPV dos, aunque estas dos formaciones, al dirigir delegaciones, disponen de un elenco bastante más amplio de puestos de libre designación. Vox y la Vall ens Unix, formaciones con un único diputado, se quedan con lo que contaban, un asesor por grupo.
Precisamente Compromís, y en concreto el alcalde Joan Ribó, han realizado una maniobra en el Consistorio que le ha permitido repescar a dos relevantes cargos de su partido en el pasado mandato que habían quedado descabalgados en este. Curiosamente, los sitúa en puestos que contrastan con su perfil.
Por un lado, ha nombrado coordinador general de Alcaldía a Josep Vicent Bort, diputado provincial de Bomberos en el pasado mandato, ex concejal de Albuixech y aspirante a diputado autonómico que no logró su objetivo de ocupar un puesto destacado tras las primarias de Compromís. Catedrático de Enseñanza Secundaria, Ribó lo sitúa a su lado mientras que nombra precisamente para coordinar la delegación de Educación a un secretario de juzgado cuya trayectoria profesional poco o nada tiene que ver con la que le han asignado. Se trata de Ferran Puchades, secretario autonómico de Justicia entre 2015 y 2019 y aspirante frustrado a ser concejal de Valencia. La política, y los puestos de asesor en concreto, presentan esta singularidad de primar la confianza personal sobre la valía profesional.