Valencia, ciudad ¿amiga? de los animales

La semana pasada tuvo lugar en el Centro Deportivo y Cultural La Petxina de Valencia una exposición de cientos de palomas, que incluía la subasta de varias de ellas.

Esta información a muchas personas les resultará irrelevante, pero para mí no lo es por varios motivos.

En primer lugar, resulta cuanto menos “sorprendente” porque este centro, que es municipal, no dispone de núcleo zoológico, requisito indispensable para aquellos lugares en que se comercializan animales (y una subasta no es más que una venta en que el precio final se establece mediante una puja).

En segundo lugar, porque la ley prohíbe la venta de animales en lugares no autorizados, como es el caso de este centro municipal.

Pero lo que me resulta más indignante y vergonzoso es que entre los colaboradores de este “evento” se encuentra el propio Ayuntamiento de Valencia.

¿Hasta dónde va a llegar la desfachatez de este consistorio, que no sólo permite sino que colabora en una actividad que tiene lugar en circunstancias no legales?

Cuatro días estuvieron los animales en diminutas jaulas en las que apenas podían moverse, que incluían en algunos casos comederos vacíos, o bebederos con agua sucia .

Por no hablar de los kilómetros que tuvieron que recorrer desde sus lugares de origen hasta Valencia, con el estrés que el transporte les supone, para ser exhibidos como meros objetos y vendidos al mejor postor en un centro municipal.

Desde que hubo cambio de color político en el ayuntamiento de Valencia, y recuerdo que estamos ya en la segunda legislatura, así que la excusa de la falta de tiempo no tiene validez alguna, mucho se han esforzado quienes ahora nos gobiernan por vendernos en los medios una imagen animalista que en la realidad, a las personas que nos dedicamos sin interés personal alguno a trabajar por conseguir que la miseria con que se trata a los animales cambie, sabemos que es falsa. Pura cortina de humo.

Sigue sin actualizarse la ordenanza de “tenencia de animales” (ni siquiera protección de los animales), que data de 1990 y que recoge perlas como que el abandono de perros y gatos está prohibido por “riesgo para la salud pública” (no pensemos que el sufrimiento de los animales cuenta) y que los animales abandonados de los que no se tiene constancia de responsable legal y que en tres días no hayan sido recogidos, podrán ser ejecutados. Esos tres días, permanecerán “guardados” en el “depósito municipal” (como si de vehículos mal aparcados retirados por la grúa se tratase).

Y si hablamos de respeto hacia los animales, que les pregunten a los caballos obligados a participar en el campeonato de tiro y arrastre “ciudad de Valencia”, actividad violenta para los caballos en que también colabora el consistorio que dirige el Sr. Ribó, a los toros maltratados en las calles de las pedanías valencianas, posibles gracias a informes favorables de alcaldía, a las colonias de gatos desahuciadas sin alternativa cuando se construye en los solares en que viven, o a los animales que se hacinan en el campo de concentración de perros y gatos que es el refugio municipal de animales, del que llevan años vendiendo unas nuevas instalaciones y que no sé si mis nietos llegarán a ver.

Si a eso añadimos las denuncias ignoradas, donde la urgencia de rescatar a los animales apremia, como el caso del asentamiento chabolista de San Marcelino, denunciado reiteradamente durante dos años por un vecino, que en este período fue testigo impotente de la muerte paulatina de burros, ovejas y perros, puedo afirmar que Valencia es una ciudad nada amable con los animales, al contrario, Valencia es una ciudad colaboradora con su sufrimiento y que para ser la tercera capital de España y querer ser una ciudad europea de vanguardia, debe mejorar mucho y para ello, no hace falta otra cosa que verdadero interés político y no políticas de papel mojado, como las que hasta ahora se están llevando a cabo.

No dejes que te engañen. Si hay algo que la ciudad de Valencia no es hoy por hoy con los animales, es una ciudad amiga.

Coordinadora provincial de PACMA en Valencia