Caso IVAM: ¿Son falsas las esculturas en bronce de Miró del Reina Sofía?
Una juez investiga la gestión la etapa de Consuelo Ciscar al frente del Instituto Valenciano de Arte Moderno por la compra de esculturas de Gerardo Rueda que según la magistrada son falsas.
En 1987, en plena euforia democrática resultado de la transición, el Ministerio de Cultura de entonces, dirigido por Javier Solana, hizo público un catálogo de las esculturas en bronce, ejecutadas por la fundición Parellada, entre las que se contaban 42 obras póstumas de Joan Miró, adquiridas por el Estado español al objeto de resolver cuestiones fiscales de sus herederos.
El asunto vino a cancelar la deuda tributaria de los herederos de Joan Miró mediante la entrega, complementada con donación, de la propiedad de tales reproducciones al Estado, quien asumió también los costes de su fundición. Tales esculturas forman hoy parte sustancialmente importante de la colección del Museo Nacional Reina Sofía. Nada que objetar o añadir. Sin embargo, la instrucción en curso acerca de la gestión del IVAM durante la etapa de dirección de Consuelo Císcar, sospecha que las obras póstumas de Gerardo Rueda adquiridas por el museo valenciano a su heredero universal José Luis Rueda, pudieran resultar falsas (sic).
Y pese a que quién años más tarde ostentara el ministerio de Cultura, José Guirao, siendo entonces director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, elogiara públicamente la adquisición del IVAM, quince años después la magistrada encargada de la Instrucción, considera que tales obras póstumas son definitivamente falsas y, en breve, es previsible que se produzca la apertura del correspondiente juicio oral contra Consuelo Císcar y otros investigados, incluido el hijo y heredero universal del artista, acusados de delitos de malversación, prevaricación y falsedad documental.
¿Cuál es la diferencia entre uno y otro procedimiento? Y cuáles serían las consecuencias en el mundo del arte contemporáneo si prevaleciera la consideración de falsedad para la obra póstuma de Gerardo Rueda. Impredecibles.
En la causa iniciada por una denuncia anónima ante la Fiscalía, posteriormente asumida por UGT y la actual dirección del museo, y en la que la Abogacía de la Generalitat y la Asociación Cívica contra la corrupción actúan como acusación particular, se dirime, entre muchas otras cosas, acerca de la autenticidad de la obra póstuma del reconocido escultor español Gerardo Rueda, adquirida por
el IVAM.
La analogía con la citada legitimación de obra póstuma de Joan Miró, de la que ha tenido conocimiento ESdiarioCV, introduce una variable de especial importancia para la definitiva consideración de índole jurídica, que podría suponer la solicitud de exculpación de Consuelo Císcar y el resto de investigados en este asunto, según indican fuentes de su entorno.