Illa deja a los equipos valencianos sin el apoyo de su afición en Europa
Mientras el ministro de Sanidad decide que el Valencia CF y el Valencia Basket disputen partidos clave a puerta cerrada, la consellera de Sanitat insta a los médicos a no ir a congresos
El ministro de Sanidad, el catalán Salvador Illa, ha informado de que, junto a las comunidades autónomas y con el Consejo Superior de Deportes, ha acordado celebrar a puerta cerrada todos aquellos eventos deportivos que vayan a suponer la afluencia de gran cantidad de aficionados procedentes de los países considerados como zonas de riesgo del nuevo coronavirus, caso de las regiones italianas de Lombardía, Corea del Sur, Japón, China, Irán o Singapur.
Así, ha acordado que se celebren sin afición el partido de Valencia Basket contra el Olimpia de Palermo, el 5 de marzo, y el del Valencia CF contra el equipo Atalanta de Bérgamo, el 10 de marzo, en Champions.
De esta forma ninguno de los dos podrá contar con el apoyo de sus seguidores en partidos tan decisivos. Esta medida, que en teoría se hace para que no acudan aficionados italianos, beneficiará en la práctica a los equipos del país transalpino, ya que podrán competir contra los valencianos sin que estos últimos reciban el calor de su afición, a pesar de que ese respaldo resulta fundamental para remontar marcadores como el 4-1 que sufrió el Valencia CF en Milán contra el Atalanta.
La carta de la consellera de Sanitat
De manera paralela, la consellera de Sanitat, Ana Barceló, ha remitido un escrito a colectivos médicos para instar a los facultativos a no participar en congresos, jornadas, seminarios o cursos de formación de gran afluencia para que "no puedan actuar como transmisores de la enfermedad todas aquellas personas encargadas del cuidado de pacientes", en relación con el coronavirus o COVID-19.
Esta recomendación llega justo en el momento en que más formación y refuerzos necesitan los profesionales sanitarios para atajar el contagio de un tipo de virus sobre el que las medidas preventivas y las alertas van cambiando constantemente por parte de las autoridades, que mientras piden no caer en el alarmismo lo provocan indirectamente con decisiones inhabitualmente drásticas.