"Los Pujol valencianos" tres años después

El domingo 16 de abril de 2017 el periódico decano de la Comunitat titulaba El Clan Blasco-Císcar, los Pujol valencianos, un artículo de información prácticamente a toda a toda página.

Casi tres años más tarde de esa fecha, la exdirectora del IVAM Consuelo Císcar ha disparado toda suerte de especulaciones con su solicitud de Declaración ante la Magistrada a pocos días de que cierre la instrucción. Otro de los subdirectores imputados desde el principio acaba de solicitar su archivo. Rafael Blasco ha cumplido más de cuatro años de prisión y pasó a tercer grado dos años

más tarde. Y sin noticia del matrimonio Pujol.

El artículo de referencia subtitulaba: “La corrupción se extiende por toda una familia protagonista de la política valenciana desde la transición”. Y en el interior de la noticia se detallaba cómo la jueza había retirado el pasaporte a madre e hijo por riesgo de fuga y “embargado” obras de arte de la familia por sospechas de ilícita procedencia, aplaudiéndose discretamente la medida. A fecha

de hoy los Pujol viajan a sus anchas y no se sabe de embargo preventivo alguno de sus bienes.

Y dice el artículo de marras que la vicepresidenta Oltra espetó: ¡Qué familia! Para después extenderse en pedagógicas explicaciones sobre su presunción de culpabilidad, y acabar “bromeando” –lo que fue remarcado con especial tipografía y espacio por el peródico- con “crear un módulo Blasco en Picassent”. No consta que mencionara a los Pujol.

Cuando Helga Schmidt –como ha informado profusamente ESdiario- acaba de ser póstumamente exonerada, al igual que la totalidad de imputados en el Palau de les Arts han sido declarados inocentes de acusaciones idénticas a las que pesan para Císcar, su declaración a petición propia resultará muy relevante. E ignoramos si el matrimonio Pujol estará pensando solicitarlo ahora, desde su ya histórica e impune investigación por la Audiencia Nacional a finales de 2015.

Lo que sí podemos afirmar es que no se conocen declaraciones, comentarios irónicos o bromas semejantes a las citadas y publicitadas de Oltra, de ningún vicepresidente de la Generalitat de Catalunya.

La ahora ya muy veterana vicepresidenta de Compromís se desmarcaba, en la rueda de prensa del pasado viernes, de la sentencia absolutoria de les Arts, tirando a corner con el gobierno de Fabra. Y aun siendo cierta la responsabilidad de aquel y la iniciativa de la entonces consellera Catalá (no estaría de más una declaración de disculpa y reconocimiento de error también de los populares) en

ambos casos, “olvidó” citar la virulencia y agresividad –en ambos casos- de la Abogacía y la Intervención a su servicio. O hablar de la acusación popular Acción Cívica, el exmagistrado Tomás y Tío, la Agencia Antifraude de Llinares, el exfiscal Torres, y un largo etcétera de curiosidades, casualidades y coincidencias que la vicepresidenta bien conoce.

Y, probablemente, con más precisión y seguridad que las consecuencias de su ocurrencia y petición de suspender el AVE con Madrid.