À Punt apunta de nuevo a Blasco tras la condena de un año

La sentencia que conocimos el viernes sobre el segundo juicio al que ha sido sometido el ex conseller Rafael Blasco, (en realidad una pieza separada) ha desatado múltiples reacciones mediáticas. La mayoría discretas, mucho más que los gruesos titulares casi diarios durante un largo proceso.

Algunos, tal vez estimulados por la “libertad de expresión” de la que ha hecho gala el vicepresidente Iglesias, con motivo de la sentencia condenatoria de Isabel Serra, se han apuntado a esa costumbre tan española de juzgar al vecino y de juzgar a los propios jueces, muy estimulada por complejas razones en los últimos tiempos.

Así, no han faltado titulares escandalosos e inciertos, manteniendo acusaciones que la Sala quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha desestimado por no haber quedado probadas. Amparados en el mantra general de la corrupción, y particularmente de la corrupción atribuida en exclusiva a

políticos del PP, no han faltado los que, al margen de la sentencia, siguen proclamando la condena de telediario que previamente habían establecido.

En el caso de À Punt, la televisión pública valenciana, se ha ido mucho más lejos. La misma noche del viernes, tras conocerse la sentencia con nueve meses de retraso, el canal autonómico que no consigue superar audiencias por encima del 3,5% pese a los cambios de dirección y las cariñosas regañinas y sugerencias del presidente Puig, tuvo la idea de volver a pasar el largo “reportaje” denominado El clan Blasco, “estrenado” los días 2, 3 y 4 de abril del año

pasado, “una crónica de investigación periodística sobre una de las familias que más poder acumuló en la política valenciana” (sic), que incluyó viajes a Haití y Miami de periodistas y cámaras de la cadena que trata de remontar el vuelo de audiencia y de publicidad con su nuevo director Alfred Costa.

Sin organización criminal

Curiosamente, el periodista Juan Nieto participaba en un programa al filo de la media noche que le permitió anunciar la reposición imprevista del citado “reportaje”. Y así, sin otras consideraciones previas que la asimetría, a criterio del comentarista, entre la a su juicio pobre condena de la resolución judicial y la gravedad de los supuestos hechos, de los hechos no probados, el programa de À Punt vendría a "enmendar" la plana a los jueces.

Ha llamado la atención que la condena a Blasco resulte tres veces y media inferior a la “acordada de conformidad” con el fiscal Jesús Carrasco, que se negó a aceptar la anteriormente pactada con su antecesor Vicente Torres, como si el Ministerio Fiscal no fuera una institución formal y jerarquizada, sino condicionada a la opinión personal de cada fiscal. Pero lo más relevante, y así lo manifiestan fuentes cercanas al ex conseller, es que el Tribunal ha desechado absolutamente la pretensión de las acusaciones de “pertenencia a organización criminal”.

Así como no ha quedado probado que se malversaran cuatro millones que nunca salieron de las arcas de la Generalitat para la construcción del Hospital, ya que el gasto real se limitó a proyectos técnicos y proveedores de los mismos. Su sucesor en Bienestar Social, el por cierto fiscal de carrera Jorge Cabré, certificó estos extremos en sede parlamentaria.

El trabajo de “investigación periodística de À Punt” y con formato de miniserie se anunció entonces, antes del inicio del juicio, con profusión y tuvo eco en cadenas privadas nacionales como La Sexta.

Un año más tarde el programa ha sido reemitido ahora con la sentencia dictada. Al final, y tras ocho meses esperando el fallo, un año de condena. O lo que es lo mismo, dos años y medio menos del pacto del ex socialista y ex popular con el fiscal.