Responsabilidad social vislumbrando la etapa posterior al Covid-19
"El momento que estamos atravesando nos ofrece la posibilidad de arreglar lo que está mal, de encontrar una dimensión más humana", afirma Giorgio Armani
Como viene siendo habitual, intento a través de estas reflexiones hacer una valoración de consecuencias que entiendo como positivas ante la nueva situación económica y social en el post- Covid-19.
Esta seman, me sorprendieron gratamente las declaraciones de un gran empresario y creativo del mundo de la moda, Giorgio Armani, que reflejaba un periódico español de tirada nacional. El diseñador ya se adelantó a finales de febrero en percibir la gravedad de la situación, y realizó su desfile a puerta cerrada en la Semana de la moda de Milán.
Y ahora es de los primeros que se ha cuestionado los excesos del actual sistema de la moda, basado en el consumo masivo y la superproducción, sin atender al medioambiente. En una carta publicada en la revista estadounidense Women,s Wear Daily, dice “ ya no quiero trabajar así, me parece inmoral”.
El modisto habla de un “desajuste criminal” entre el tiempo meteorológico y las estaciones comerciales. “No tiene sentido que una chaqueta o un traje mío esté en la tienda durante tres semanas, y se vuelva inmediatamente obsoleto”. Y añade “las finanzas se han impuesto a la creatividad. La codicia en obtener beneficios...”. Y aboga por convertir la crisis en “una oportunidad para volver a dar valor a la autenticidad”.
En el mismo sentido post-Covid19, la diseñadora asturiana afincada en Valencia Adriana Iglesias, afirmaba este domingo en una entrevista: “seguramente las colecciones anuales dejaran de ser cuatro y se quedaran en dos”. Y también apuntaba que tendremos otra mirada, por la calidad, las cosas bien hechas, por la atemporalidad, y especialmente por la conciencia social. Señalándolas como fortalezas que están en nuestro ADN y que van a emerger.
Y es que estamos en un momento de esos en los que ha concluido una etapa y hay que comenzar otra nueva, evidentemente distinta. Sabemos que no va a ser fácil. Cambiar nunca lo es, pero debemos ser capaces desde la reflexión que nos ofrece este periodo de cuarentena de planificar nuestro futuro. Valorando lo importante, que creo que estamos percibiendo especialmente estos días, la reconstrucción de nuestro futuro será más eficaz. Y por cierto lo deberemos hacer entre todos, empresas, familias y sociedad. Ya vemos que no podemos confiar en nuestros Gobernantes, no merecen nuestra confianza.
La responsabilidad social, la preservación del medio ambiente, el fortalecimiento del ámbito sanitario, la formación, la inteligencia digital,…todas estas agendas que la realidad pone en el centro de nuestras vidas como fundamentales, nos deben servir para vivir mejor, pero no para ser esclavos de nuestros avances, que es lo que nos sucedía antes de esta crisis.
Concluyo con las palabras de Giorgio Armani, que me parecen muy oportunas: “el momento que estamos atravesando es turbulento, pero nos ofrece la oportunidad única de arreglar lo que está mal, de eliminar lo superfluo, de encontrar una dimensión más humana. Esta es quizás la lección más importante de esta crisis”