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La semana en la que Ximo Puig retó a Pedro Sánchez y, de paso, a Ábalos

Mientras la ciudadanía observaba la situación como una posibilidad de avanzar hacia la llamada ´nueva normalidad´, en clave interna socialista la visión era otra.

Ximo Puig y José Luis Ábalos

Publicado por
H. G.

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"Lo que ha pasado y, sobre todo, el debate interno que ha generado, se interpreta en clave precongresual", explica un avezado dirigente socialista, todavía sorprendido por la campaña pública orquestada desde presidencia de la Generalitat para reivindicar el cambio de fase en la desescalada de la Comunidad Valenciana. Al final, con una semana de retraso, logró el objetivo de pase a la denominada fase 1.

Las críticas de la consellera de Sanitat, Ana Barceló, del sábado 8 de mayo formaban parte del guion lógico de réplica institucional. Incluso la comparecencia del domingo pasado del president Ximo Puig insistiendo en que el Gobierno había cambiado las reglas del juego a mitad de partido, con la exigencia de más test de covid-19.

En cambio, el recorrido por medios nacionales, con la participación en el programa de Ana Rosa, en el de García Ferreras o en el de Luis Herrero, se ha atragantado a una parte de la militancia, que ha arremetido contra Puig, sobre todo en mensajes y grupos de whatsapp, por considerar desproporcionadas sus críticas al Gobierno, y, por extensión, a la gestión de su propio partido a nivel nacional. Y, de paso, al plenipotenciario secretario de organización y ministro José Luis Ábalos, el gran rival interno en la estructura socialista valenciana de Ximo Puig.

En redes sociales, los mensajes han sido más subliminales. Por ejemplo, la mano izquierda del ministro en la Comunidad Valenciana y secretaria general en la provincia de Valencia, Mercedes Caballero, publicaba un tuit aludiendo a una encuesta en la que se afirmaba que el 77% de las personas interrogadas apuestan por no pasar de fase si no se dan las condiciones. "No me han preguntado, pero me sumo a ese 77%", aseguraba en plena ´tournée´de Puig por medios de difusión nacional.

Otro tuit de la exconsellera y exministra Carmen Montón compartiendo un artículo y asegurando que "la desescalada no es una competición" también tuvo amplio seguimiento entre el sector ´abalista´, que aplaude como pocos las comparecencias y consignas del doctor Fernando Simón.

Sandra Gómez se mete en el charco

A escala privada las críticas han sido más feroces. Hasta el punto de que en ese fuego cruzado entre quienes defendían la reivindicación de Puig y la sensación de actuación injusta por parte del Gobierno, y quienes la consideran falta de lealtad a su partido y aludían a fallos en la gestión de la consellera Barceló, se ha visto implicada la vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez.

Ha sido por un ´disparo colateral´y su defensa, dos días después y cuando el debate sobre el tema se diluía, de Aarón Cano, concejal de Seguridad Ciudadana y baluarte de Ábalos en el Ayuntamiento de Valencia. Tras arremeter y hablar de denunciar ante Delegación del Gobierno por la apertura de puertas de la basílica de la Virgen el día de la Mare de Déu, el alcalde Ribó desautorizó al edil Cano afirmando, tal como se observaba en la imagen, "que su impresión es que no hay aglomeración" y que opinaba sobre "hechos, no sobre palabras".

El debate parecía zanjado hasta que saltó la vicealcaldesa en defensa de Cano asegurando que "se debe exigir un plus de responsabilidad a la Iglesia y ese día toca estar en casa". Su frase llegó en plena refriega entre las dos grandes familias socialistas. Y su apoyo ya extemporáneo a un concejal al que por encima de por su gestión se le conoce por su apoyo incondicional a Ábalos llevó a algunos a señalarla como nueva incorporación de la ´familia´abalista.

"Sigue siendo de Ximo Puig. Lo que pasa es que no ha estado muy afortunada en unas declaraciones ya fuera de lugar. Lleva meses desubicada. Da la sensación de que es consciente de que pasó su gran oportunidad de ganar la alcaldía y que da por acabada su carrera política", explica un veterano concejal que conoce perfectamente los entresijos de su partido y que insiste en que "Sandra es una firme ´ximista´".

Debate de cara al congreso

En cualquier caso, la elevación del tono por parte del president de la Generalitat, Ximo Puig, ha avivado la discusión interna sobre la estrategia y ha tanteado fuerzas e impresiones de cara al próximo congreso socialista. Todavía no tiene fecha, aunque está previsto para 2021.

El actual secretario general dejó caer, a principios de legislatura y a pesar de recalcar en 2017 que sería su último mandato, que podría optar de nuevo al cargo de president de la Generalitat. Para ello se da por supuesto que debería de continuar siendo el máximo responsable del partido después de la cita de 2021. El sector ´abalista´ya plantó batalla, con la cabeza visible del alcalde de Burjassot, Rafa García, en 2017. Cuatro años después, con la ´familia´del ministro crecida, la situación puede cambiar.

También habrá que ver cómo salen de tocados tras esta crisis tanto el gobierno nacional y, por tanto, Ábalos, como el Consell, y, como cabeza visible, Puig. Porque la devastación de la pandemia y la gestión de sus secuelas económicas, sanitarias o educativas puede llevarse por delante a determinados consellers y ministros y debilitar las fuerzas. Quizás más en unos casos que en otros.