Caso IVAM: Consuelo Císcar recibe buenas noticias judiciales
El caso IVAM sigue desmonoronándose. De los 13 imputados iniciales quedan 5. La justicia retira ahora el embargo de doce obras de arte de la principal encausada Consuelo Ciscar.
Con el restablecimiento de los plazos judiciales, este mismo viernes cinco de junio se han precipitado las noticias relacionadas con el denominado caso Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) y una larga instrucción de más de cuatro años que ha tenido la inesperada e inútil prórroga de casi tres meses.
Se da la circunstancia que la principal encausada, la que fue Directora del IVAM, Consuelo Císcar, declaró voluntariamente el 12 de marzo, un día antes de que se anunciara el primer Estado de Alarma. Sus últimas palabras fueron, precisamente, agradecer la molestia que se tomaron instructora, fiscal y abogacía (Acción cívica, acusación particular, no se dignó asistir) para oírla “con la preocupación por el corona virus”. Su declaración dejó en evidencia la confusión inducida por algunos 'inexactos informes de la UDEF', según ella, y, con contundencia, la inexistencia de “trama” alguna en el Museo (como afirman los informes policiales), si bien su objetivo principal fue exculpar de cualquier sospecha de conducta delictiva a su hijo Rafael (el joven escultor Rablaci).
El propio Rafael Blasco Císcar, tres nuevos funcionarios del IVAM, dos prestigiosos ejecutivos españoles, residentes en China, expertos en arte contemporáneo y muy reconocidos por sus autoridades culturales y, finalmente, el hijo y heredero del importante escultor de la vanguardia española de la segunda mitad del XX, Gerardo Rueda, hasta contar trece.Esta Instrucción que, tras el habitual periodo de secreto de las actuaciones, se inició con una denuncia anónima ante la fiscalía y las posteriormente presentadas por la UGT y el director que sustituyó a Ciscar en el museo valenciano, encausó al equipo directivo de Císcar al completo (ella y sus cuatro subdirectores), una funcionaria de la Generalitat en comisión de servicios y un empresario especializado en montaje, transporte y otras actividades relacionadas con el mundo del arte. Pero durante la instrucción -que las defensas se han cansado de calificar de prospectiva- un goteo de nuevas imputaciones sobre la marcha fueron añadiéndose.
Tres años antes -marzo de 2017- la Instructora, con plena conformidad del fiscal Torres y de la abogacía de la Generalitat, y pese a los recursos de los interesados, procedió al “embargo preventivo” de doce obras de arte propiedad de las hijas de Consuelo Císcar.
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Hoy, más de tres años después, y con cinco meses de retraso de la solicitud presentada por su letrado para el levantamiento de un embargo que se había demostrado ineficaz para la propia causa, sin más argumentación que “examinados los motivos expuestos por la defensa y los acertados argumentos expuestos por el Ministerio Fiscal … procede dejar sin efecto el decomiso acordado”. Y es que, la fiscal Virginia Abad, nombrada delegada de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y Criminalidad Organizada, al abandonar Torres, no solo no se opuso a la solicitud de Císcar, sino que argumentó su improcedencia. Está por ver si la Abogacía de la Generalitat “se rebota”, discrepando de la Fiscalía como ya ha ocurrido con el ex presidente Francisco Camps.
Ruido de sables
Pero no es esa la única novedad de la “nueva normalidad” judicial. Cuando hay ruido de sables en el IVAM, por la finalización del contrato de su flamante director García Cortés, (el anuncio de convocatoria de concurso para relevarle y la dimisión en bloque del Consejo Asesor), los dos funcionarios imputados durante el inicio del proceso hace tiempo que vieron sus imputaciones archivadas, dos subdirectores cuentan ya con informes favorables de fiscalía y abogacía para su desimputación, los expertos en arte residentes en China y otro de los funcionarios imputados más tarde, han visto apoyadas sus solicitudes de archivo por la fiscal. Y es de prever que se produzcan nuevas desimputaciones.
Como en el cuento infantil, de los trece que tenía -a la Instrucción- no le quedan más que cinco. La ex directora Juan Carlos Lledó (su mano derecha en materia administrativa y económica), su hijo Rafael Blasco Císcar, el empresario Enrique Martínez y José Luis Rueda, hijo del afamado escultor. Fuentes de las defensas no ocultan ya su valoración en términos puramente políticos con respecto a la evolución de los acontecimientos, mientras sostienen que la causa se ha ido desvirtuando hasta mostrar la debilidad del procedimiento y, en consecuencia, su optimismo ante el desenlace final.