La directriz del PSOE sobre LGTBI que va en contra del Ayuntamiento de Valencia

La dirección nacional del PSOE remitió ayer a sus afiliados una comunicación con las directrices a seguir para el día del orgullo LGTBI y la posición oficial de partido. En este comunicado destaca que el PSOE se posiciona “en contra de la teoría queer que niega la existencia del sexo biológico y desdibuja la realidad de las mujeres”, justo lo contrario a lo que ha hecho el Ayuntamiento de Valencia, gobernado por Compromís y PSOE, con su campaña de ‘chufas y clóchinas’.

La campaña del Ayuntamiento de Valencia, que ha llamado mucho la atención por apelar directamente a los órganos sexuales masculinos y femeninos como ‘xufas’ y ‘clòtxines’, defiende precisamente que además de estos dos sexos hay todos los que uno quiera, inventándose nombres como ‘clotxufa o ‘xufaclot’ y desdibujando el sexo masculino y femenino. Es una campaña basada en los principios de la ‘teoría queer’ que el PSOE ha expresado que rechaza frontalmente por ir contra de la realidad de las mujeres.

Las órdenes de la ejecutiva federal del PSOE sobre el orgullo LGTBI y su rechazo a estas teorías van además firmadas por el secretario de organización y ministro valenciano, José Luis Ábalos, y por la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Que Ábalos no tiene buena sintonía con el PSOE de Valencia que dirige Sandra Gómez no es ningún secreto (salvo por casos como el concejal Aarón Cano, que es su cuota de confianza), así como con el propio Ribó, con el que ha protagonizado varios rifirrafes por temas como la inversión en transporte en Valencia.

Sin embargo, es curioso que Sandra Gómez no ha apoyado en sus propios perfiles la campaña del Ayuntamiento del que es vicealcaldesa. No hay rastro ni de un retuit a la campaña. Sólo ha puesto una imagen de Pedro Zerolo pero nada de las xufas’ y ‘clòtxines’, avalando con ello las directrices del PSOE y dejando en evidencia que sobre el tema LGTBI los socios de gobierno del Rialto no están de acuerdo y existe una brecha.

La guerra que hay en la izquierda entre los lobbys feministas, que defienden la existencia del sexo biológico femenino para diferenciar a las mujeres, y los lobbys LGTBI, que afirman que el sexo biológico no existe y cada uno es lo que quiera, independientemente de sus órganos sexuales, se traslada al gobierno de Valencia con el PSOE posicionado con los primeros y Compromís con los segundos.