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Pablo Casado y sus 15 temas: del plan B para España a defender el valenciano

El presidente nacional del PP clausura el congreso provincial de Valencia de su formación haciendo balance de los dos últimos años de su partido

Pablo Casado, repartiendo saludos a la entrada al congreso provincial del PP en Valencia

Publicado por
H. G.

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Cuando un orador sube a un escenario para cerrar una larga jornada de intervenciones y anuncia que tiene que tratar 15 puntos, ya deja claro al auditorio que se va a alargar. Y cuando acto seguido matiza que empezará por los temas que en la práctica son los menos próximos al público congregado, los que no afectan a su entorno geográfico, el riesgo de desconexión aumenta.

Pablo Casado, el presidente nacional del Partido Popular, se extendió prácticamente una hora en la clausura del congreso de su formación en la provincia de Valencia. Pronunció un discurso en el que intentó abarcar incluso más de los 15 puntos anticipados y salpimentado continuamente de asuntos de política nacional, que ensalzaban la evolución de su formación bajo su liderazgo.

Empezó anunciando su plan B frente a la pandemia, “que no es ni estado de alarma ni mirar hacia otro lado”, sino “una modificación legal para dar certidumbre. Llevamos tres meses. ¿Qué más tenemos que hacer? Dejémonos de eslóganes y vamos a gobernar bien”. A continuación justificó su distanciamiento con el PSOE y los últimos estados de alarma, ya que ¿Por qué tenemos que ir por detrás en España? Portugal, Grecia, Corea, Alemania…, han sabido gestionar bien la pandemia”.

Entonces se aproximó geográficamente al auditorio. Y empezó por la presidenta del congreso provincial, Mari-Carmen Contelles. Un detalle importante, sobre todo si se suma a los elogios que en la anterior intervención la presidenta regional, Isabel Bonig, le había dirigido y al hecho de que ella era la designada tres años antes para ocupar el cargo. Recordó a Elena Bastidas, la nueva secretaría general provincial. O la diputada nacional por Valencia Belén Hoyo.

Y aquí, en el tramo del discurso más cercano y menos político, tuvo palabras para todos los diputados nacionales por Valencia, para la portavoz en el Ayuntamiento de la capital autonómica, María José Català, “que será una alcaldesa a la altura de Valencia”, para Juanrra (Adsuara, el hasta hoy presidente de la gestora) por su "labor extraordinaria", y, para finalizar con la propia Bonig, a la que definió como: “responsable, creíble y firme. A Ximo Puig le vendría muy bien hacerte caso”. Hasta ahí llegó Casado en sus referencias al futuro del PP valenciano.

Argumentario valenciano

Luego ya se centró en el argumentario político autonómico con dos temas que, desde la perspectiva de Madrid, resultan más familiares. Reivindicó el corredor mediterráneo y realizó una extensa defensa del valenciano como “lengua rica, con historia, que nadie os tiene que arrebatar”, y, sobre todo, como antítesis de los deseos independentistas catalanes que buscan arrastrar con ellos a la Comunidad Valenciana. “¿Por qué hay valencianos socialistas, nacionalistas y comunistas que se ponen al servicio de ese eje de fractura de Cataluña?”, lanzó como pregunta retórica.

Hasta ese punto llegó en lo que al contexto valenciano se refiere (si exceptuamos anécdotas como un incidente con un murciélago de su hijo Pablito y a alguna referencia a la extensa agenda de vecinos de Gavarda en el móvil de Mompó), ya que, acto seguido, saltó a la política nacional arremetiendo contra la ministra de Asuntos Exteriores por reunirse con “el alcalde de Gibraltar” y, principalmente, hacer balance de su presidencia en el PP.

“Nos hemos levantado en los dos últimos años. Y todos dicen: aquí hay alternativa. El PP ha pasado de casi estar ´sorpassado´a ser la única alternativa ganadora. Vuelve a ser quien lidera el espacio de moderación y centralidad. Hemos logrado, en estos dos años, una renovación tranquila, que da alternativa a quienes vuelven”, para, a continuación, enumerar a la larga retahíla de altos cargos que ahora forman parte de la bancada popular.

Entre ellos citó, por segundo vez y con apellido incluido, a Luis Santamaría, ex conseller y ahora miembro de la comisión de reconstrucción. “Cuando pintan bastos, pueden mirar hacia nosotros”, señaló ufano, para criticar al Gobierno por “querer que no haya oposición, como en otros países, donde lo que existe no puede llamarse democracia”.

Y con ese mensaje propio de candidato a ganar cerró el congreso y su alocución. Sus postreras palabras fueron: “Estamos preparados para gobernar. No tenemos prisa. Cuando quieran los españoles”. Casi a las tres de la tarde clausuró la jornada que encumbra a Vicent Mompó en el cargo de presidente provincial del PP de Valencia y, de paso, concluye el ciclo de congresos dilatados en el tiempo tras Valencia ciudad y provincia de Alicante.