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Bonig siembra una curiosa intriga y acaba revelando su estrategia política

La presidenta regional del PP destaca la figura de Mompó por su capacidad de hacer equipos y anuncia un escrito que envía en el mismo congreso a Ximo Puig

Bonig, entre García Egea y Casado

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H.G.

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Isabel Bonig generó sorpresa y curiosidad con sus primeras palabras, un recurso eficaz que atrae la atención del auditorio. Aludió a la festividad de hoy, 25 de julio, de Santiago Apóstol, y al aniversario de la presentación de un disco del grupo ACDC. ¿Qué nexo existe entre ambos hechos? Rápidamente lo aclaró.

"El PP abre sus puertas a quienes rezan a Santiago y a quienes escuchan a ACDC. Somos un partido en el que caben todos, una casa común que vuelve a convertirse en una esperanza", afirmó, para, acto seguido, demostrar esa faceta de domicilio colectivo recordando a los últimos presidentes provinciales y a los aspirantes a serlo.

En esa casa común podrían estar los empresarios, a quienes, como se encargó de recalcar Isabel Bonig, su partido apoya frente a la apuesta por "los emprendedores" del Botànic. Esa inclinación por los empresarios la hizo consciente de que en el auditorio se hallaba Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) y últimamente muy coincidente en firmas con el socialista Ximo Puig.

Y retomando el punto de citar a presidentes y aspirante a serlo, en una misma enumeración juntó al diputado nacional Vicente Betoret, al primer responsable de la gestora, Rubén Moreno; al último, Juan Ramón Adsuara, y, sobre todo (porque con ella se explayó más) a Mari-Carmen Contelles, la anterior portavoz del PP en la Diputación y persona ungida por Bonig para ser la presidenta provincial, algo que finalmente no logró al aplazarse el congreso. En Contelles ejemplificó "el mérito de estar unidos" y la definió como "leal y trabajadora".

Y de lo que pudo haber sido pasó a la realidad, a Vicent Mompó, alcalde de Gavarda y, desde hoy, presidente del PP en la provincia de Valencia. Destacó su conocimiento del ámbito local, su capacidad para formar equipos como clave del triunfo, y le brindó su total apoyo. "Tu éxito será nuestro éxito", resumió para explayarse en la esa necesidad de sumar fuerzas.

¿Frente a quién? A partir de ahí, la presidenta Isabel cedió (metafóricamente escribiendo) el atril a Bonig, síndica en Les Corts y candidata a dirigir la Generalitat por el PP. "Defendemos un valencianismo integrador, no excluyente. Para eso último ya están los nacionalistas y Compromís", indicó, para preguntarse: "¿Por qué no puede blindarse por ley que el gasto valenciano en sanidad se destine únicamente a la sanidad valenciana?".

Entonces anticipó el anuncio en el que luego se extendió: el envío ("en estos mismo momentos") de una relación de medidas de reconstrucción al president, Ximo Puig, como la citada referida a sanidad. Apeló a la "política útil", y dentro de ella enmarcó un apoyo al citado Puig para reforzar la sanidad que había debatido en una larga conversación telefónica con el presidente nacional del PP, Pablo Casado.

Y terminó hablando de frustraciones, aunque no acabara de pronunciar bien la palabra las dos veces que la sacó a colación. No obstante, el mensaje de estrategia política que lanzó no dejaba lugar a dudas. "El Consell promete y no cumple. Está generando frustraciones y ahí tiene que estar el PP, que ha de ser la esperanza de quien se queda frustrado", sostuvo en como epílogo de su hilvanado discurso.

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