Dr. Sánchez quite sus manos de los ahorros de los vecinos
Con la nocturnidad que proporciona un mes de agosto, el gobierno socialista ha perpetrado el mayor ataque al principo de la autonom'ia local rompiendo el consenso en la FVMP.
La denominada emergencia sanitaria, la ocupación masiva de plazas hospitalarias que llevó al colapso del sistema, fue declarada por el gobierno de la nación el 14 de marzo vía estado de alarma sin que como ha quedado suficientemente acreditado se adoptaran medidas en las semanas precedentes que fueran mínimamente relevantes para frenar la ola de contagios.
El resto de la historia la conocemos todos, con mayor o menor impacto familiar, social o económico esta terrible pandemia nos ha alcanzado o acabará por hacerlo. En todo este periodo donde los escalofriantes datos de fallecidos y hospitalizados fueron seguidos por las previsiones y las certezas de los catastróficos números económicos, el gobierno ha mantenido su hipertrofia ministerial nunca antes vista y su desproporcionada estructura de secretarias de estado direcciones generales y cargos de libre designación tendente a mantener una coalición de dos grupos parlamentarios que no suman mayoría suficiente.
Ni un gesto de reducción de gasto público, ni una decisión tendente a optimizar recursos y bajar el nivel de gasto corriente público mientras hundían a miles de autónomos y pymes en su afán recaudatorio haciendo bueno el refrán de pan para hoy hambre para mañana. Sonadas fueron por erráticas y grotescas las constantes adquisiciones de material defectuoso y mientras esa era la realidad del país en el BOE nos hemos ido encontrando constantes nombramientos de personal de confianza o subvenciones a medios de comunicación mientras los autónomos eran abandonados a su suerte y la falta de agilidad impedía que miles de familias pudieran cobrar de los ERTES.
Los ayuntamientos en este tiempo, como en todas las crisis precedentes, han sido el destino prioritario de los más vulnerables en busca de ayuda. No en vano no sólo son la ventanilla más cercana sino que además son los competentes en la asistencia social primaria. Sus fondos de contingencia han servido para que familias sin menores a cargo tuvieran un techo durante los meses más duros del confinamiento pudieran pagar la luz o el agua. Durante años y en pro del equilibrio presupuestario y el mantenimiento de unos niveles mínimos del estado del bienestar que hubieran sido inviables con una intervención, se impidió disponer de los ahorros suponiendo un gran esfuerzo para unas administraciones que a la salida de la anterior crisis sanearon sus cuentas aplicando la famosa regla del gasto.
Este mes y con la nocturnidad que proporciona un mes de agosto donde se debería estar buscando alternativas de supervivencia para las empresas que quizás no vuelvan en septiembre al mercado, el gobierno socialista, amparado en una histórica por vergonzosa votación en la que con los votos del PSOE y la complicidad de Podemos e Izquierda Unida ha perpetrado el mayor ataque al principio de la autonomía local rompiendo el tradicional consenso en federación de municipios y provincias, publicando en el BOE una fórmula que permite a los consistorios transferir su superávit para su devolución en quince años y bajo pena los que se nieguen de no ser partícipes del reparto de los fondos que salen de las cuentas del Estado, un chantaje en toda regla.
El superávit no es del alcalde, ni del ayuntamiento siquiera, los ahorros de años de sacrificios y usteridad que impidieron gastos en infraestructuras municipales en dotaciones u otras actuaciones es por derecho de los vecinos. De esos vecinos anónimos u organizados en asociaciones vecinales o sociales, entidades de comerciantes, clubes deportivos, o agrupaciones sociales que padecieron esa falta de inversión o ese ahorro presupuestario. Y es ahora un gobierno socialista que en unos tiempos duros ha sido incapaz de mostrar empatía con esos vecinos adoptando una mínima medida de contención del despilfarro y con una gestión reprochable a sus espaldas quien endosa de nuevo la carga a esos vecinos, atentando contra el principio constitucional a la autonomía municipal y mostrando un absoluto desprecio por aquello que denominamos municipalismo y constituye todavía la esperanza de la política más cercana, noble y valorada por el conjunto de la sociedad. Doctor Sánchez quite sus manos de los ahorros de los vecinos.
José Morgan es abogado y concejal del PP en La Pobla del Duc.