Cómo afronta un docente un caso de covid en su aula y en su familia
"Echamos en falta más previsión por parte de Conselleria de Educación, que ha dejado todo para el último momento"
Si hay algún aspecto que no podemos negar desde que en marzo se inició el estado de alarma es que tenemos la sensación, y no considero que esa sensación sea errónea, de que las cosas se han dejado para el último momento. No deja de ser irónico que un principio tan obvio para los docentes y que intentamos inculcar a nuestro alumnado, sea algo con lo que nuestra Administración dé un ejemplo tan claro de lo que NO debemos hacer.
En estos momentos de este nuevo curso 2020-2021, no sabemos ya si de nueva normalidad o de normalidad extraña, han empezado a surgir en los centros casos de covid-19 que han llevado a la necesidad sanitaria de tener que confinar el grupo de convivencia estable en cuestión al que el alumno/a asistía. Pero el confinamiento de un aula y de los correspondientes menores que a ella asisten, implica mucho más que una instrucción sanitaria y, que por tal motivo, debería de estar ya regulada.
Una vez se confirma un caso positivo en el aula, la dirección del centro se pone en contacto con padres, madres, tutores legales del alumnado que forman parte de ese grupo para indicarle que debe de permanecer en confinamiento hasta que se proceda a avisar, por parte de Salud Pública, para la realización de la prueba PCR al menor. Tras la realización de la prueba, hay que esperar el resultado, y ello ya supone varios días.
Hasta aquí, el docente que se encuentra con esta situación, cómo justifica estas faltas de asistencia a su centro hasta que tenga el resultado de la prueba PCR de su hijo/a. Justifica estos días como enfermedad sin poder aportar justificante médico o cómo debe justificarlo, porque desde la Administración no hay indicaciones claras sobre este aspecto para que los docentes sepamos a qué atenernos o cómo debemos actuar. Este es un punto que ya debería haberse previsto en todos estos meses y, por tanto, estar regulado.
Recibido el mensaje con el resultado de la PCR y con la tranquilidad, en su caso, de saber que es negativo, viene la segunda parte. El menor debe guardar cuarentena, cosa que entiendo que se debe hacer para evitar exposiciones innecesarias y salir con total seguridad, pero el resto de convivientes pueden hacer vida normal. Aquí viene el otro aspecto que requiere regulación, si tengo a un menor en casa que debe guardar cuarentena de 10-14 días (la fecha de vuelta al centro también viene determinada por Salud Pública) quién se queda con él, si el resto de la familia reanuda su vida normal.
En conclusión, urgía y urge que nuestra Administración hubiese previsto, en todos estos meses, que el curso 2020/2021 se iniciaría con una problemática con la que no se había lidiado hasta el momento, y era encontrarnos con docentes que podían verse afectados por el Covid-19, ya no por su centro en el que tienen su destino, sino más bien porque alguno de sus hijos se viera confinado. En este sentido, urge que se dé una respuesta con la mayor agilidad posible por parte de Conselleria regulando un permiso que permita a estos progenitores docentes gestionar la situación comentada, de tal manera que puedan permanecer en cuarentena con su hijo/a menor de edad sin necesidad de recurrir a bajas médicas falsas o ficticias.
Un permiso covid-19 para docentes.
*Delegada de Educación del sindicato CSIF.