Ferran Belda pide al Palau que cesen sus "desinhibidas jeremiadas"

El columnista Ferran Belda critica en uno de sus artículos la pesadez de las continuas quejas y pleitos del comité de empresa del Palau de la Música de Valencia. Una crítica que se sustenta en la situación de crisis actual que está sufriendo toda España con la llegada de la Covid-19 y que ha supuesto el cierre de muchas empresas e innumerables ERTES y despidos, y que, sin embargo, ninguno de estos casos ha afectado al Palau.

En su aseveración, Belda considera exagerada las quejas por parte del comité del Palau y lo condena por su actitud de intentar aferrarse a cualquier causa para "exigir". "Cuando no refunfuña por hache refunfuña por be. Y si no se sube a la parra porque la partida de personal del próximo ejercicio contempla una rebaja de 53.000 €, pone el grito en el cielo porque los músicos de la orquesta no ensayan siempre en el mismo sitio. La cuestión es exigir", apunta Belda.

En esta línea, el columnista llama a esquivar las exageraciones y postula por el razonamiento en un momento crítico para todos los sectores, especialmente teniendo en cuenta que las consecuencias que el Palau está viviendo son menores que las que otros teatros y óperas están padeciendo. Belda ha querido dar una "lección" poniendo como ejemplo la reducción de plantilla que van a sufrir el MOMA y el Metropolitan, o los costes que la pandemia traerá para teatros de óperas como el de Londres y Viena, cuyo personal afectado no se ha quejado.

Asimismo, haciendo referencia a las medidas del Ayuntamiento de Valencia, Ferran considera que la mejor actuación por parte los delegados sería realizar una misa de agradecimiento y ahorrar a los valencianos sus "desinhibidas jeremiadas". En este sentido ha explicado que "si el ayuntamiento solo ha aplicado en el presupuesto de 2021 una rebaja de 1,1 millones respecto al de este año (14,7 millones), fundamentalmente porque disminuirán los actos programados y en consecuencia bajarán los ingresos".

A colación con este asunto, Ferran Belda ha reprochado el "vicio" del periodismo de "dar por buenas todas las quejas" sin tener en cuenta a quien "se queja sin razón". "Escasean los que evitan abordar a todo trapo y sin ningún tipo de cortapisa, matización o contraste reclamaciones que producen sonrojo cuando no indignación al observarlas con un cierto distanciamiento", puntualiza el columnista.