ESdiario

25 años no son nada

El 20 de diciembre de 1995 una fuerza terrestre de 60.000 soldados fue desplegada en Bosnia-Hertzegovina por la OTAN para implementar los Acuerdos de Dayton que llevaron la paz a la región

Fuente: OTAN

Publicado por
Juanjo Crespo *

Creado:

Actualizado:

No hace tanto, a principios de los 90, hubo una guerra terrible en medio de Europa, a pocos kilómetros de grandes capitales y ciudades que no quisieron –o no supieron- anticipar lo que venía.

A costa de mucha sangre –siempre es demasiada- la comunidad internacional se involucró en forzar a las partes a sentarse y llegar a un acuerdo: bosniacos musulmanes, croatas, serbios y un elenco de minorías cruzadas entre ellas acordaron la paz tras las negociaciones llevadas a cabo en la ciudad estadounidense de Dayton, en un acuerdo que finalmente se firmó en París el 14 de diciembre de 1995.

Este tratado no fue ratificado de manera entusiasta por todos los actores regionales de aquella guerra, así que la comunidad internacional tuvo claro desde el principio que este acuerdo debería ser implementado por una fuerza militar.

La Alianza Atlántica desplegó un “Cuerpo de Ejército” de 60.000 efectivos el 20 de diciembre de 1995 con un mandato de un año: la IFOR (Implementation Force, Fuerza de Implementación).

Esta vez no se trataba de ataques aéreos quirúrgicos o acciones dirigidas a objetivos aislados, no. La misión era controlar realmente el terreno, “había que poner las botas en el suelo” como suele decirse en este tipo de operaciones.

La OTAN encomendó la misión de desplegar esta fuerza al Cuartel General de Reacción Rápida de Gran Bretaña, en aquellos días al mando del Teniente General Michael Walker.

La IFOR cumplió su misión y, con entusiasmo o sin él, las partes cumplieron los acuerdos firmados: se respetaron las líneas de repliegue, las milicias se fueron desarmando y los desplazados y refugiados pudieron ir volviendo a sus pueblos.

Hoy el Cuartel General de Reacción Rápida de Gran Bretaña, al mando del teniente general Edward Smyth-Osbourne sigue activo y comienza 2021 con una nueva misión: estará “en alerta” por parte de la OTAN para mandar –caso necesario- un Cuerpo de Ejército de al menos 60.000 efectivos otra vez.

El Cuartel General que mandó la IFOR y el que estará en alerta en 2021 es el mismo, pero no es igual. El mundo ha cambiado mucho, y las operaciones militares más aún. Ahora los tiempos de despliegue son –deben ser- mucho más cortos, y los cuarteles generales deben protegerse no sólo del fuego enemigo, sino también de las ciberamenazas y los ataques a sus sistemas de mando y control.

La tecnología es clave para este nuevo escenario bélico, pero también la mentalización. Más que una época de cambios, estamos viviendo un cambio de época en la que los líderes militares deben pensar en soluciones imaginativas a nuevos problemas. Ya no todo puede aprenderse en los libros de táctica de la academia militar.

¿Qué le diría el general Walker que mandaba el Cuartel General Británico en 1995 al general Smyth-Osbourne que lo manda hoy? ¿Y al revés? ¿Qué se dirían? ¿Son tan distintos?

Pues una organización británica, el “think tank” de defensa RUSI (Royal United Services Institute) ha tenido la idea de organizar una conversación on-line entre ambos generales. Durante una hora, los dos reflexionan sobre cómo han evolucionado los conflictos militares y las lecciones que el Cuartel General de Reacción Rápida de Gran Bretaña ha aprendido en todos sus despliegues (en Bosnia-Hertzegovina en 1995, en Kosovo en 1999 y en Afganistán en 2006 y 2011).

En 25 años las operaciones militares se han transformado, algunas fronteras han cambiado, y la tecnología ha evolucionado. Pero viendo a estos dos generales hablar, no puedo evitar pensar que lo fundamental permanece inalienable, robusto y perpetuo.

Como la roca que desafía la erosión del viento y la lluvia, así el espíritu de servicio de un buen militar no se desgasta. Pasen 25 años o más.

Que se lo digan al general Walker.

*Experto en seguridad y geoestrategia.

tracking