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Regantes denuncian el derroche de agua perdida del pantano de Benageber

El sector agrícola de la zona ha solicitado en contadas ocasiones hacer uso del agua acumulada en el pantano para conservar sus reservar subterráneas.

Pantano de Benageber.

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Indignados y enfadados, así se encuentran los trabajadores del campo de la zona de Pedralba y Villamarchante frente al derroche de agua dulce que se está produciendo tras la apertura de la presa del pantano de Benageber, al borde de su capacidad. El presidente de la Comunidad de Regantes “Pozos de la Serretilla”, Juan José Sánchez Gallach, junto a otros agricultores, ha criticado y condenado este despilfarro de agua; agua que en anteriores ocasiones, sin éxito, había sido reclamada a la Confederación Hidrográfica del Júcar para regar los campos.

Esta situación se produce desde el día 2 de febrero, momento en el que el pantano de Benageber comenzó a aliviar agua para evitar posibles desbordamientos, ya que se encontraba casi al 100% de su capacidad, concretamente al 99,19%. Así, las compuertas del embalse se abrieron para verter agua en el río Turia y en las ramblas para poder canalizar este caudal de forma segura.


Según explican, actualmente están bajando 16 metros cúbicos de agua por segundo por el Río Turia, cuando la cifra habitual ronda la cantidad de 5 metros cúbicos, es decir, 11 metros cúbicos más de agua dulce que desemboca en el mar y no se aprovecha. Asimismo, la Rambla Aceña y la Rambla Castellana cuentan con un caudal que caracterizan como “fuera de la normalidad”.

Según explican agricultores de la zona, el malestar en torno a este asunto no es reciente. Sin embargo, se ha visto incrementada por esta “falta de optimización de los recursos” que procede a numerosos intentos de llegar a acuerdos para el uso de esa agua en los campos agrícolas que finalizaron en respuestas disuasorias o explicando que “no hay agua suficiente”.

Desde el primer momento la intención de los agricultores de la zona ha sido la de ampliar sus regadíos optimizando los recursos existentes, empleando el agua de los pantanos en concretas épocas del año con la intención de preservar los acuíferos. De esta manera, pretenden evitar episodios de escasez de este recurso natural

“No tiene sentido que hace unos años el pantano de Benageber estuviese al 16% de su capacidad, por lo que tuvieron que racionalizar el agua para regar, y ahora se esté perdiendo agua de este modo”, aclara el presidente de la Comunidad de Regantes “La Serretilla”, que a su vez recalca que esta situación de escasez se podría repetir, por lo que insta a aprovechar los recursos.

Ante la situación, el colectivo de agricultores presentará una queja a la Confederación Hidrigráfica del Júcar para exigir que “se aprovechen al máximo los recursos”, así como explicaciones. En esta línea, el sector ha criticado la manera de actuar de la Confederación y la falta de comunicación y respuesta. “Es como hablar con la pared”, agregan un miembro de la comunidad de regantes.

Mayor ahorro y beneficio económico

El sector ruega el uso de esta agua que se está perdiendo para mantener sus pozos subterráneos en “niveles adecuados”, conseguir un mayor ahorro energético y cuidar de una manera “eficiente” de los recursos. Según explican desde el sector, si en lugar de extraer el agua a 150-200 metros de profundidad -profundidad a la que deben llegar para abastecerse de agua-, se extrajese a 120 metros, el ahorro energético sería elevado.

“Cada día estamos tirando más de medio hectómetro cúbico al mar, que parece poco per son 500 mil millones de litros de agua. Lo que quiere decir que cada dos días tiramos al mar mil millones de litros de agua. Con esto tenemos para regar más de tres mil anegadas, que en naranjos son más de 3.000 árboles, y eso es un paraíso para la fauna. Aparte de esto, con ese hectómetro cúbico de agua, el Ayuntamiento podría recaudar 21 mil euros en impuestos cada año”, reprocha un agricultor de la zona que ha realizado un vídeo a modo de protesta.

Pantano de Loriguilla

A colación con este tema, el asunto del pantano de Loriguilla también suscita controversia entre los agricultores. El de Loriguilla no se puede llenar más porque este pantano presenta deficiencias: tiempo atrás se detectaron filtraciones en este y, a pesar de las reformas realizadas, la realidad es que los niveles siempre se encuentran muy por debajo del 50 % de la capacidad del pantano. En este sentido, los agricultores de la zona critican la falta de inversión en este tipo de insfraestructuras y la falta de soluciones.

“Tener una infraestructura que vale una millonada y que tuvo un gran impacto medioambiental por debajo del 26 % es una vergüenza. Si ha habido un error o un desplazamiento de terreno hay que buscar soluciones: se hace otra presa más abajo y más alta y se llena el embalse de nuevo. Hay muchas soluciones”, aclaran un agricultor.