Y fue Oltra quien defendió a Puig de las críticas por los negocios de su hermano

Dos rifirrafes han llamado especialmente la atención en la sesión de control al president de la Generalitat, Ximo Puig, este jueves en Les Corts. Ninguno lo protagonizó alguno de los síndics, como suele ser habitual, sino que fueron actrices secundarias o no afectadas directamente quienes los llevaron a cabo.El primer episodio tuvo como contrincantes a la diputada del PP María José Catalá, y a la consellera de Sanitat Universal, Ana Barceló. La primera, en un rol que normalmente desempeña su compañero José Juan Zaplana, denunció el gasto y los retrasos en los hospitales de campaña y los fallos en la vacunación por parte de la citada conselleria.

Al terminar, desde una fila inferior de la bancada se levantó Barceló que, con su últimamente característica voz quebrada y gesticulando más de lo habitual, entró rápidamente al trapo para acusar de mentir a Catalá y asestarle que "la mejor vacuna es la verdad".

El segundo enfrentamiento llamó incluso más la atención por lo inusual de las rivales. La portavoz adjunta del PP, Eva Ortiz, denunció los contratos a las empresas del hermano del president de la Generalitat, a Francis Puig, y aludió a los procesamientos y a conversaciones comprometidas en las que este se ha visto involucrado.

En lugar de replicar el hermano afectado, en este caso Ximo, algo no previsible porque suele evitar entrar en este tema o responder a las denuncias contra su hermano, se levantó la vicepresidenta y portavoz de Compromís, Mónica Oltra, a responder. No lo hizo Manolo Mata ni ningún otro diputado del PSPV-PSOE, sino la vicepresidenta de la que Ximo Puig lleva meses distanciado.

Oltra se adentró en la habitual espiral de respuestas del "y tú más" hablando de casos de corrupción del PP que ocurrieron hace más de seis años y apelando a la transparencia del Consell. Su respuesta, en lo que se refiere a contenido, no aclaró nada. No obstante, lo que sí que llamó la atención es que fuera Oltra quien defendiera a Puig, que la animaba con aplausos y mirada agradecida.