El CVC da un portazo a la transparencia y convierte sus plenos en "privados"
La explicación para deshabilitar el acceso público a sus reuniones telemáticas resulta de lo más chocante.
Previamente a la pandemia y a las consecuentes restricciones, asistir a los plenos del Consell Valencià de Cultura (CVC) estaba al alcance de los medios de comunicación por ser de carácter público y porque este órgano consultivo se encuentra bajo la premisa de "transparencia" que lleva por insignia el Botànic. Sin embargo, ahora que las reuniones se deben realizar de manera telemática, no es posible presenciar estos encuentros por preservar, dicen, la intimidad de las personas de acuerdo con la ley de protección de datos.
Ahora los plenos se realizan desde casa, con pantallas de alrededor de 21' pulgadas y a través de las cuales es posible ver la cara de los distintos participantes y un fondo que suele estar protagonizado por una pared. Sin embargo, a pesar de la sencillez y simplicidad, ahora los plenos son de condición "privada". Los plenos de las diputaciones o los ayuntamientos también se celebran por web, pero están abiertos al menos a los periodistas.
¿Qué información se puede extraer de un fragmento de pared de fondo? Tal vez mucha, tal vez ninguna. Pero mantener ese carácter público es factible con una porción de pared neutra, lisa, en la que la posibilidad de extraer cualquier información y dato sea nula. No obstante, la vía rápida es eliminar esta opción.
Desde ESDiarioCV se intentó pedir acceso a la junta y pero la respuesta fue negativa. "Los miembros del CVC asisten a la sesión plenaria desde sus casas y por lo tanto no podemos permitir el acceso a personas ajenas a la institución", respondieron.