Cantó se marcha de Les Corts dejando un grupo de Cs dividido y sin líder claro
Después de acaparar todo el poder institucional y orgánico, su marcha fuerza al grupo parlamentario a decidir quién lo representa, y al partido a reestructurarse en la base de Giner o Gimeno
"Dimito de esta ejecutiva y obviamente dejaré mi acta de diputado". Con estas palabras el síndic de Ciudadanos, Toni Cantó, confirma lo que era casi un clamor entre las bases desde hace días y especialmente en el último fin de semana: su marcha.Abandona el partido reprochando a su dirección que "no asume ninguna responsabilidad" por la concatenación de acontecimientos que ha provocado la moción de censura en Murcia, y recordando al anterior presidente del partido, Albert Rivera,- quién fichó a Cantó y lo apadrinó como cabeza de lista al Congreso por Valencia y, posteriormente, para candidato a president de la Generalitat- como "un señor".
Y se va de una formación en la que había logrado ocupar el puesto de coordinador en la Comunidad Valenciana en un complejo encaje entre sectores del partido que lo había enemistado con el grupo que lidera el senador y ex secretario de organización, Emilio Argüeso, y distanciado del anterior portavoz autonómico, Fernando Giner.
Deja también un grupo parlamentario que dirigía -todavía lo hace oficialmente hasta que se vaya y escojan a su reemplazo- y en el que había llevado a cabo una reestructuración hace escasos meses para situar a su persona de máxima confianza, Fernando Llopis, como portavoz de sanidad, responsabilidad que sumaba a la de coordinar el propio equipo en Les Corts.
En esa misma medida había ascendido a una de las tres portavocías adjuntas a Mamen Peris en sustitución de Yaneth Giraldo, próxima a Argüeso. Al final, había configurado tres grupos: uno, el de su confianza plena, con Llopis y los asesores Tomás Pascual y Antonio Salvador (los tres ex UPyD, partido por el que fue diputado nacional Cantó); otro, el de su círculo estrecho de parlamentarios, con el citado Llopis, las portavoces adjuntas Ruth Merino y Mamen Peris y los también diputados Toni Woodward, Carlos Gracia o Emidgio Tormo; y un tercero, el de los diputados con quienes no contaba: como Patricia García, Cristina Gabarda, Eduardo del Pozo, Jesús Salmerón o la aludida Yaneth Giraldo. Y, en tierra de nadie, Vicente Fernández, Luis Arquillos e incluso María Quiles, secretaria de Comunicación en el comité ejecutivo autonómico.
La marcha de Cantó deja el grupo parlamentario sin un liderazgo claro, en el que los 17 diputados que quedan más Asunción Sanchis, que entrará previsiblemente por el síndic cuando se vaya al estar en el octavo lugar por Valencia, deberán decidir quién asume los galones de portavoz dentro de un partido dividido y en caída libre en las encuestas.
El precipitado adiós, que ya se mascaba en la reunión que mantuvieron algunos miembros del grupo parlamentario el miércoles por la tarde, tras conocerse la moción de censura en Murcia, deja desolados a algunos compañeros de Cantó en la bancada de Ciudadanos y con una alegría que no pueden ocultar a otros.
También desnorta a la formación en la Comunidad Valenciana, ya que Cantó había acaparado los principales cargos, como el de coordinador autonómico, con lo cual desempeñaba la máxima responsabilidad en la estructura piramidal valenciana.
Su adiós anunciado requiere de una convocatoria urgente del comité ejecutivo autonómico para decidir su futuro, en el que tendrán bastante que decir las principales figuras del partido después de Cantó: el secretario de Acción Institucional, Jesús Gimeno; la secretaria de Organización, Teresa Ortiz; o el secretario de Relaciones Institucionales y coordinador en la provincia de Valencia, Fernando Giner. Los tres quedan ahora como los principales referentes de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana.
Con el adiós de Cantó -posiblemente señalar al PP como partido con el que pactar en Madrid indica a las claras cuál puede ser su nuevo destino- se abre otra etapa en la montaña rusa política en la que vive Ciudadanos. En ella el principal objetivo consistirá en decidir si hay partido después de Cantó o si su precipitada marcha es una reedición de la que protagonizó en UPyD anticipando la desaparición de esa formación.
En cualquier caso, UPyD nunca llegó al nivel de estructura y poder institucional de Ciudadanos. "Tiempo", sentencia un alto cargo de la formación naranja al ser preguntado por qué pasara. Sí, el tiempo dictará sentencia.
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