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Por qué las elecciones en Madrid afectan directamente al PSPV de Ximo Puig

Lo que ocurra en la Comunidad de Madrid y, en particular, el resultado que obtenga Gabilondo, tendrá una repercusión directa en la estrategia socialista en la Comunidad Valenciana

Dos candidatos con un perfil institucional

Publicado por
H. G.

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Las elecciones en cualquier autonomía pueden tener un efecto dominó o mariposa, según si el impacto resulta más o menos directo, en el resto del territorio español. No obstante, las que se celebrarán el 4 de mayo en la Comunidad de Madrid repercutirán en mayor medida de lo que lo han hecho las llevadas a cabo en los últimos meses en el País Vasco, Galicia o Cataluña.¿Por qué tendrán esa repercusión en el territorio valenciano y, en particular, en el partido que ostenta la presidencia, el PSPV que dirige Ximo Puig? A continuación desgrano algunos de los motivos:-El primero y obvio consiste en la repercusión nacional. Con la inmensa mayoría de los medios de comunicación de ámbito estatal asentados en Madrid, la lógica capitalina (o metonimia literaria) de confundir la parte por el todo se acentúa. Es decir, la consideración centralista de que lo que pase en la cabeza administrativa, o en la autonomía donde está la capital, ocurre en el resto de España, provocará que las elecciones formen parte del menú informativo diario con sobredosis.

Lo comprobamos hasta el agotamiento con las consecuencias de la borrasca Filomena, especialmente virulenta en el centro del país aunque su ramificación informativa provocaba la sensación de que estuviera devastando hasta el último rincón de España. Todos los partidos vivirán una sobreexposición de sus marcas, casi al nivel de unas elecciones nacionales. Tanto en la precampaña (ya estamos) como en la campaña o en las consecuencias de los resultados electorales.El PSOE es uno de los que más tiene que perder con esa sobreexposición. ¿Por qué? Porque parte con la vitola de ganador en las elecciones catalanas (aunque casi resulte una victoria pírrica), en las nacionales y en las últimas madrileñas. Si no vuelve a ganar ni a gobernar, circunstancias ambas, sobre todo la primera, bastante probables, la tendencia al alza socialista se frena de sopetón. En cambio, si mejora resultados acrecentará la percepción positiva en toda España de sus siglas. Y en política las modas y las pulsiones son tan efímeras como cambiantes. -El PSPV ha convertido a Isabel Díaz Ayuso en su antagonista. Ha reiterado hasta la extenuación (con la portavoz socialista de Sanidad en Les Corts, Carmen Martínez, como máximo exponente) las críticas a la gestión de la comunidad madrileña en el combate sin tregua contra la pandemia. Ha buscado continuamente fallos en la tarea del equipo de Díaz Ayuso para exaltar los supuestos aciertos del de Puig.No obstante, si la presidenta de Madrid ganara las elecciones y demostrara que sus conciudadanos aprueban su labor, toda esa estrategia se vendría al traste. Ya no se trataría de arremeter contra una dirigente imprudente y que pone en riesgo a sus gobernados -como la representan sus rivales- sino que se enfrentarían contra una mandataria refrendada por sus administrados. En definitiva, una victoria en las urnas absolvería a Ayuso de las críticas y restaría argumentos al PSPV-PSOE de Puig. Tendría que buscar otro antagonista para esconder los fallos de la gestión valenciana.

-Si el PSOE no solo no gana, sino que se estanca en resultados y Mas Madrid demuestra su empuje, Compromís, socio en las elecciones nacionales de la formación que dirige Íñigo Errejón, tomará buena nota. Como lo hizo en Galicia de la mejora del BNG. El PSPV dirige el Botànic con la coalición que portavocía Mónica Oltra como principal socio de gobierno; no obstante, ambos, en la práctica, son competidores electorales por un amplio nicho de votantes.Las próximas elecciones autonómicas se van acercando y mientras el PSPV mejora progresivamente en las encuestas, Compromís baja. Si en la Comunidad de Madrid no se produce esa dinámica y la coalición compromisaria ve debilidad en la formación socialista, buscará hurgar en esa herida. Socios, sí; pero también rivales electorales.-Aunque el candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo, tiene diez años más que Puig y una trayectoria académica mucho más extensa, ambos ´venden´ un perfil institucional, de moderación, que busca impulsar una visión de sensatez. La campaña lanzada por el candidato madrileño de "soso, serio y formal" podría encajar perfectamente con la que trata de transmitir Puig desde que es presidente. Como mínimo en los dos últimos calificativos.Ambos pretenden asentar a un candidato que pueda absorber al votante de centro. Y ambos se benefician, en ese sentido, del radicalismo de los partidos a su izquierda. Habría que ver cuál sería realmente el perfil de Puig de no compartir gobierno con Compromís y Unides Podem y hacerlo, por ejemplo, con Ciudadanos. Seguramente su vertiente nacionalista la habría expandido más.Si a Gabilondo lo centran la candidata de Más Madrid, Mónica García, y, sobre todo, el vicepresidente segundo y supuesto aspirante por Unidas Podemos, Pablo Iglesias; a Puig lo hacen Oltra y la nueva síndica de Unides Podem, Pilar Lima (que incluso centra a Compromís). En definitiva, Gabilondo y Puig guardan aparentes similitudes en el inconsciente colectivo, un aspecto fundamental en la estrategia electoral. Un aprecio por la ciudadanía en el caso del perfil del primero podría hacer que el president de la Generalitat puliera todavía más ese rostro institucional.Sin duda, la factoría de ideas e iniciativas que desde Presidencia de la Generalitat marca la estrategia del PSPV tomará buena nota del desarrollo, nudo y desenlace de la batalla electoral de Madrid, que va adquiriendo un tono épico y mayor virulencia conforme ser acerca el 4-M.Esa cita con las urnas posiblemente sea la última antes del próximo congreso del PSPV en la Comunidad Valenciana, donde se dirimirá su liderazgo y también se marcará el rumbo ante un posible adelanto electoral. Pero antes de todo eso llegará la citada batalla electoral de Madrid con tintes y repercusión de duelo nacional.