Ofensiva de la conselleria de Agricultura contra el ciclismo de montaña
El departamento que dirige Mireia Mollà de Compromís prohíbe este deporte en parques naturales como el del Turia pese a las mociones a favor
Aficionados practicando el ciclismo de montaña
Compromís, ese partido que presume tanto de promocionar el uso de la bici... cuando le interesa. No es el caso del ciclismo de montaña, un deporte muy practicado en la Comunitat Valenciana, y que ahora se encuentra con la oposición y ofensiva en contra de la conselleria de Agricultura y Transición Ecológica que dirige la nacionalista Mireia Mollà.
En concreto, IMBA -Asociación de Ciclismo de Montaña- denuncia que la conselleria "ha roto unilateralmente" el acuerdo que tenía con las asociaciones ciclistas y con la Federación de Ciclismo de la Comunitat Valenciana para el uso de las sendas en el Parque Natural del Turia, cediendo con ello "a las presiones de grupos ecologistas y del ecologismo más rancio" como Verds Equo del País Valencià, Acció Ecologista-Agró y la Coordinadora de los Bosques de Turia, según la denuncia.
Para IMBA, el departamento de Mireia Mollà "desoye las legítimas reivindicaciones de muchos colectivos y de una amplia mayoría social y vuelve al uso exclusivo de las sendas por parte sólo de viandantes, reivindicaciones que se plasmaron en la Proposición No de Ley aprobada por unanimidad en 2016 en la que se solicitaba un cambio en las normas de los Parques Naturales".
Apoyo municipal
Los colectivos ciclistas recuerdan además que se han aprobado 27 mociones en ayuntamientos de 6 parques naturales, "iniciativas todas ellas que pretenden cambiar y normalizar la práctica habitual del ciclismo de montaña en nuestro entorno natural de manera sostenible y responsable, y que a día de hoy están siendo perseguidas y discriminadas legalmente".
"Los argumentos utilizados -por la conselleria- para prohibir el uso de las sendas a los ciclistas están basados en posiciones que son un decálogo del ecologismo más rancio, la discriminación por ser diferente, la imposición en la forma de disfrutar, en definitiva, basados en la intransigencia ante lo diferente a su forma de vivir o sentir la naturaleza, sin ninguna apoyatura científica demostrable", han subrayado duramente desde IMBA.