Embajada: Oltra llama a rebato
Lo improcedente es esa llamada a los tuyos para que salgan a defenderse de los otros.
Nadie es responsable de lo que hace su pareja, o expareja, sin su conocimiento. Eso rige para todo, tanto para Mónica Oltra como para Ana Mato o para Cristina de Borbón. Mónica no es responsable de lo que hizo su expareja en una residencia de menores, pero hay que recordar que ella sí que exigió responsabilidades a Ana Mato porque su marido adquiriese un coche de lujo. Eso le compromete y, sino legalmente, al sí moral y políticamente: no exijas a los demás lo que no te exiges a ti misma.Dejando a parte esa responsabilidad política y moral, está bien que la Vicepresidenta del Consell trate de ponerse al margen de los desmanes de su exmarido. Pero yerra en la forma de hacerlo. Compromís, a través de sus redes sociales, ha hecho una llamada a rebato: “Bon día i tot el suport a @monicaoltra contra la caverna ultra i masclista” y un video en el que se califica de machistas y ultraderechistas a todos los que han cuestionado la acción de Mónica Oltra en este caso. El video incluye rostros como el Isabel Bonig o Elena Bastidas que tienen de ultraderechistas y machistas lo que yo de mariachi.Compromís defiende que Mónica Oltra, en contra del que se ha publicado, nunca ocultó pruebas de los abusos, tampoco dejó a la menor indefensa al negarle ayuda jurídica, ni enchufó a su expareja en la residencia donde ocurrieron los hechos. Como suele ocurrir en estos casos, las cosas no son blancas o negras, siempre hay matices. Por ejemplo, el propio video de Compromís dice que la menor recibió asistencia de la Fiscalía, pero de lo que se ha acusado a Oltra es de negarle la sistencia de un abogado.En cualquier caso, lo improcedente es esa llamada a los tuyos para que salgan a defenderse de los otros. Esa llamada a rebato que insta a la izquierda a salir para defenderse de un ataque de la derecha. Si a Mónica Oltra le acusan de algo, lo que tiene que hacer es salir y demostrar que es mentira, pero sobran los comentarios que plantean esto como una guerra entre derecha e izquierda. Esa es la demagogia propia de los populismos, que todos dicen rechazar pero que desgraciadamente cada vez la abrazan más.