Miguel Bosé, de 'yerno perfecto' a 'bomba radioactiva'

"Evolución inversa" con estas palabras el periodista Ramón Palomar en su habitual columna "Pura vida" para el periódico Las Provincias la transformación de uno de los personajes más polémicos en estos momentos, Miguel Bosé, ante los ojos de la sociedad, es decir, el cambio radical en la concepción del artista ante una ciudadanía para la que Bosé era el "yerno perfecto".

En este sentido, Palomar aleja la figura del cantante de otras como la actriz y cantante Victoria Abril, quien en la gala de los Premios Feroz compareció sin mascarilla y se refirió a la pandemia mundial como una "farsa". Aunque con creencias compartidas, Palomar asimila esta postura con la figura de Abril, con un lado "gamberro, irreverente y a contracorriente", a diferencia de Bosé, a quien apropia "belleza", "baile", "letras bobas y melodías de pop chicle y estribillo facilongas", frente al entonces emergente punk, nada que ver con su estilo.

"Aquel artista modoso reconvertido en bomba radioactiva andante mientras que la mayor parte de los punks ochenteros, hoy, son funcionarios", así explica el periodista la evolución inversa que culmina con el 'presumir negacionista' del cantante.

Así, aquellos que poseen la etiqueta de negacionista despiertan la curiosidad del columnista de Las Provincias; una curiosidad que nace del vilipendio al fácil acceso informativo y a la comprometida sanidad. A Palomar, esto "le fascina" y son estas 'evoluciones inversas' las que hacen que 'no ponga la mano en el fuego por nadie'.