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El peligro de las pruebas de la verdad

El mero hecho de ser un estandarte de la verdad les pone en peligro. Saber que son periodistas de la verdad puede hacerles ser un objetivo.

El peligro de las pruebas de la verdad

Publicado por
Enrique Arrúe *

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Ayer me comentaba mi padre la injusta muerte de dos periodistas en un lugar que tal vez no conozcas, Burkina Faso. David Beriani y Roberto Fraile, que hoy probablemente y siguiendo un pensamiento espiritual estarán en otro lugar, hablando tranquilos, en un sitio despejado con el cielo azul celeste, sin el estrés típico de su trabajo que era ponerse en constante peligro en lugares inhóspitos, en selvas llenas de todo tipo de naturaleza salvaje y con climas poderosos dónde el frio, la humedad o el sol te paraliza hasta les entrañas. Observando rostros duros y miradas de acero que hacen que te cagues en los pantalones, porque llega un momento que reconoces a los asesinos.

Como es habitual el ser humano es sin lugar a dudas el más salvaje de todos.

Pueden ser creencias, ideales, o simple maldad la que le lleva al humano para acabar con la vida de otros, o tal vez sea un deporte psicopático de practica a la que están acostumbrados. Quien sabe cuáles fueron las causas para que estos valientes, estos buscadores de la verdad, fueran asesinados. Te paras a pensar que mérito hay en eso ¿por qué matar de esa forma a las personas?

En el boxeo dos púgiles están cara a cara y hay un claro propósito, primero sobrevivir, después poner en práctica todo el sufrimiento del entrenamiento, todas esas horas de esfuerzo vertiginoso y lo ponen en práctica cuando están en el ring, posteriormente la concentración, los reflejos, el encaje, el intercambio de golpes y todas esas emociones de momentos que son segundos que pasan por quedar fuera de combate o vencer. El objetivo puede ser conseguido o no, el combate ya ha terminado y el saludo pasa a ser lo siguiente al entender que el momento de conflicto acabó. No conforme el perdedor le pide la revancha al rival vencedor. Eso es deporte.

Eso es disciplina y respeto.

Cuando me puse a leer sobre lo sucedido con los periodistas de riesgo me di cuenta de que el problema es la “exceptio veritatis” que tantas veces hemos leído en sentencias relativas a la “verdad”. Estos valientes trabajaban en aras de las pruebas de la verdad. El documental peligroso en extremo por hacer ver al mundo los problemas de la “Caza furtiva” de estos dos fenómenos que ya en el pasado hicieron ver a todos lo que se mueve en el mundo, aunque ello sea lo más injusto o dramático que imagines. El mero hecho de ser un estandarte de la verdad les pone en peligro. Saber que son periodistas de la verdad puede hacerles ser un objetivo.

Con tantas noticias que hay, esta gente trabaja para desvelar lo oculto. Las pruebas. Esas que hacen que todo el escaparate se caiga y se vea lo verdaderamente es.

Visibilizar las barbaries era su principal objetivo por ello sus premios en varios trabajos sobresalientes. Pero ojo, el peligro de estos periodistas tan expuestos puede ser cualquier cosa. Una bala perdida, el estallido de un explosivo (algo que ya les ocurrió), un loco que pasa por ahí, unos tipos asesinos que te pueden perdonar la vida o no, una enfermedad del lugar, un accidente en un transporte, animales, insectos, las condiciones atmosféricas del lugar, etc.

Esta gente que tal vez no pienses nunca en ellos están en el podio de oro por excelencia. Estos valientes puede que no salgan ni en los nombre de las calles de una población, ni que se cuenten sus aventuras en los colegios, ni que salga un político comentando qué situaciones denunciaron a las Naciones Unidas para salvar el planeta. Da mucha pena pensar que son noticia hoy y que mañana ya no, como otro vulgar humano muerto por coronavirus.

Esta gente está por encima de cualquiera. Esos valores son inmortales.

*Oficial de Policía Local. Grupo EmeDdona.

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