Elsa González reivindica un colegio de periodistas durante el premio de APPV

Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) entre 2010 y 2018, redactora durante 30 años de la cadena COPE, experta en información de la Casa Real y periodista con una dilatada trayectoria, ha recibido hoy el premio a la libertad de prensa de la Asociación Profesional de Periodistas Valencianos (APPV).

Lo ha hecho en el aula magna de Periodismo de la Universidad CEU Cardenal Herrera, justo antes de pronunciar una conferencia sobre la merma de la libertad de prensa durante la pandemia. La ha presentado Héctor González, presidente de APPV, que ha destacado en su intervención previa los diez años de existencia de la asociación y la defensa constante de la titulación en Periodismo para el ejercicio de la profesión, la ética y la reivindicación de un colegio profesional en la Comunidad Valenciana, como sí tiene la mayoría de autonomías.

Elsa González ha coincidido en esa idea al destacar que "con el individualismo en el periodismo somos mucho más débiles. El colegio de abogados o el de médicos tienen mucho más peso social dentro del individualismo de cada asociado. Los periodistas no lo tenemos".

Del mismo modo ha indicado que "las asociaciones deben convertirse en colegios. Hemos de organizarnos profesionalmente en los colegios ya que es muy importante para hacer frente a situaciones como el señalamiento de periodistas o en acciones de políticos contra periodistas. La sociedad nos tiene que ver como elementos útiles, imprescindibles".

En una conferencia magistral, Elsa González ha lamentado que "no estuvimos a la altura al principio de la pandemia aplicándonos autocensura y ocultando el impacto de la plaga. Luego actuamos con una crítica más rotunda". Por el contrario, ha enfatizado que "esta pandemia ha puesto de relieve el valor de los profesionales del periodismo", aunque también la situación sanitaria, vinculada con la actuación política, "ha supuesto un retroceso de la libertad de prensa".

La ex presidenta de la FAPE ha enumerado los "enemigos" del periodismo, situando en primer lugar "la falta de libertad, la censura", sin olvidar "la precariedad laboral". El tercer enemigo lo constituye "la crisis ética. La mejor ley de prensa es la que no existe".

Ha recalcado la importancia del periodista en épocas como la actual, "cuando se produce una masificación de información y hemos de contrastar, confirmar y contarla después con profesionalidad. Hemos de ser fiables; si no, no servimos para nada".

Y ha repetido una elocuente pregunta que plantea Jacob Weisber: "¿cuando vamos a un restaurante a comer queremos que nos cocine un cliente o el chef", para lamentar, en alusión a la profesión periodística, que "estamos faltos de autoestima y a veces somos los primeros que echamos por tierra nuestra profesión. Debemos de ser más exigentes".