La 'protección' del monolito vuelve a definir la 'cutrez' del gobierno de Ribó
El Ayuntamiento de Valencia coloca tres vallas atadas con bridas alrededor del monolito del 15 M que restan 'esplendor' y que señalan su posible 'impopularidad'
Hoy el monumento informativo colocado el pasado viernes frente al Ayuntamiento de Valencia para conmemorar el movimiento del 15 M cumple 4 días de vida. Sin embargo, el 'esplendor' de un elemento nuevo en una plaza tan importante como es la del Ayuntamiento de Valencia se ha visto truncado por la colocación de tres vallas amarillas atadas con bridas que buscan la protección del monolito y que tal vez atisban la 'impopularidad' del monumento.
Con unas vallas que casi se ven más que el propio monolito, el Gobierno ha decidido proteger el monumento de posibles actos vandálicos motivados por aquellos que no comparten el significado del elemento o simplemente de actuaciones poco cívicas desligadas de pretensiones ideológicas. Lo que está claro es que el Gobierno no se ha calentado mucho la cabeza en pensar una forma de seguridad menos 'cutre' e 'intrusiva' y más 'decorosa' de un elemento del que Joan Ribó se muestra tan orgulloso. Aunque comparten el mismo color amarillo, no gozan de elegancia o gracia.
Más allá de la polémica suscitada por el significado ideológica del elemento y de las críticas en torno al coste de su instalación, y bajo la premisa de que se desconoce la permanencia que tendrán estas vallas, la realidad es que estéticamente no favorecen al recién inaugurado ni a la plaza del Ayuntamiento. Se trata de una actuación que se suma a los maceteros de hormigón ubicados en la misma plaza sobre los que en su día sobrevoló una gran controversia por su falta de atractivo.