Los tres pasos atrás del PSPV en una semana que marcan distancia con Compromís

Ha pasado ya medio año desde aquella fría tarde de diciembre en la que Mónica Oltra entró en Presidencia de la Generalitat para mantener una reunión privada con el president Puig después de semanas de desavenencias públicas.Lo que ocurrió no transcendió con claridad, más allá de mensajes genéricos sobre la importancia del diálogo lanzados por ambas partes. No obstante, sí que firmaron una especie de armisticio para preservar la convivencia del Botànic. Esa tregua llegó hasta el punto de defenderse mutuamente cuando la oposición ha criticado los contratos al hermano de Puig o la opacidad sobre informes perjudiciales para el ex marido de Oltra.

No obstante, no se apreciaba la cercanía ni la frescura del primer Botànic. La distancia a la que obliga la pandemia y la tristeza por los fallecimientos y las restricciones en este primer semestre de año tampoco dan para demasiadas muestras de alegría.

Si hasta ahora no ha habido efusividad, en esta semana ambos compañeros y socios coyunturales en el Consell y rivales electorales naturales han vuelto a blandir los sables de la disputa. O más bien lo ha hecho la vicepresidenta con dos acciones contundentes: una directa y otra indirecta.

Todo ello mientras Puig daba la orden de engrasar la maquinaria oficial por si tenía que adelantar elecciones, aunque inmediatamente se ha apresurado a decir que no lo hará. De momento. En cualquier caso, Compromís ha aprendido la lección de la pasada legislatura, cuando le cogió descolocado el ligero avance de los comicios, que fue avance al fin y al cabo.

La acción directa fue el tuit que publicó Oltra después de que el president de la Generalitat, Ximo Puig, anunciara el fin del toque de queda. Lo que era una noticia positiva emanada del Consell la vicepresidenta rápidamente lo revirtió en reproche al mostrar su sorpresa por el anuncio, del que se había enterado "por la prensa", y de alegrarse, irónicamente, porque así se evita "pérdida de tiempo" en reuniones. Puig salió a disculparse al día siguiente.

La acción indirecta ha sido la determinante oposición de Compromís -junto a un Unides Podem que suele irle a rebufo- a la empresa pública que quiera crear Conselleria de Sanitat, dirigida por la socialista Ana Barceló, para abarcar a empleados de servicios prestados por empresas privadas y que la Administración quiere ir revirtiendo. El PSPV se ha visto obligado a recular y a retirar el punto del orden del día del pleno del Consell de este viernes.

Por tanto, en una semana Ximo Puig se ha visto en la tesitura de rectificar o disculparse en dos ocasiones (por la acción que daba pie a pensar en un adelanto electoral y por no informar a Oltra del fin del toque de queda) y el PSPV a aparcar su idea de empresa pública sanitaria. Tres pasos para atrás que demuestran la distancia creciente con Compromís.